La Arquidiócesis de Puebla alista la procesión del Viernes Santo para el próximo 15 de abril, luego de que se ha suspendido los últimos dos años por la pandemia de COVID-19.
En un comunicado, se difunde que la procesión está prevista a realizarse con orden y medidas sanitarias, “a menos que la situación cambie y el número de contagios se eleve.
En el caso del miércoles de ceniza, que será el próximo 2 de marzo, la Arquidiócesis informó que nuevamente se ha instruido a los sacerdotes que eviten tener contacto físico con la gente, de tal forma que solo deberán dejar caer un poco de ceniza sobre la cabeza de los fieles que asistan a los templos, en vez de imponerla con los dedos o un sello, como se hacía antes de la pandemia.
“Se procurará que no haya aglomeraciones al interior de los templos, sino que se cuente con aforo controlado y la gente pueda entrar y salir de manera ordenada”, se informó.