El encargado del panteón municipal de Huauchinango, de manera arbitraria, tomó la decisión de enterrar un cuerpo en una tumba ya ocupada, lo que generó la queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDHP) de los familiares del primer difunto, sin que hasta el momento les haya sido reparado el daño.

Los hechos ocurrieron en 2018, de los cuales el presidente municipal de entonces, Gustavo Vargas Cabrera tuvo conocimiento, pero obstaculizó el proceso de conciliación, por lo que el organismo ha emitido la recomendación 2/2022.

Fue el 23 de noviembre de 2018 que los familiares del primer difunto, fallecido 10 años atrás, acudieron al Panteón Colinas de la Paz, donde encontraron en la tumba una cruz en memoria de un señor inhumado en septiembre de aquel año.

Ante el reclamo, los encargados argumentaron que reasignaron el lugar porque vieron “la maleza crecida” y dedujeron que ya estaba abandonada, una instrucción hecha por la administración pasada, aunque no demostraron el escrito que sustentara tal orden emitida por la Secretaría de Gobernación de Huauchinango.

Como solución propusieron otorgarle otro lote, de lo contrario explicaron que deberían esperar siete años para exhumar el cuerpo del recién fallecido.

Los quejosos ratificaron la queja ante la CDHP, mientras que el encargado del panteón fue despedido en enero de 2019, sin embargo, el organismo documentó que no existe un proceso penal iniciado por los agravios cometidos.

En diciembre de 2020, la Comisión inició el procedimiento de conciliación, luego de que las autoridades municipales localizaron a los familiares del segundo difunto, pero no emprendieron acciones para solucionar la controversia.

Según el expediente, el edil Gustavo Vargas Cabrera recibió la propuesta de conciliación 23/2020, sin embargo “condicionó su aceptación a ciertas actividades que solicitó fueran realizadas por esta CDHP, sin que ello se encuentre contemplado en la legislación aplicable en la materia”, por lo que quedó en estatus de no aceptada.

En este 2022, el organismo emitió la recomendación correspondiente al presidente municipal de Huauchinango a fin de que tome las medidas necesarias para reparar los daños ocasionados a los familiares del primer difunto, puesto que acreditaron que la fosa de perpetuidad es de su propiedad.

Asimismo, ante la posible existencia de responsabilidad penal atribuible al entonces encargado del panteón, deberá instruir a que se inicie la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General del Estado.