Actores caracterizados de catrín y catrina posan en una sesión fotográfica en los campos de cempasúchil en Cholula, que se han convertido en un sitio turístico previo al Día de Muertos. 

La flor de cempasúchil es la más representativa de esta festividad mexicana. Se tiene la creencia de que sus pétalos, por su brillante color y aroma, guían el camino de los muertos. Así, los conducen desde la tumba hasta la ofrenda y, posteriormente, les indican el regreso.

Con los pétalos de la flor se forma un camino que va de la entrada de la casa a la ofrenda. También se utiliza para hacer figuras en el piso, principalmente cruces, y se coloca en floreros para dar más colorido a las ofrendas o altares.

Esta creencia tiene su origen en las culturas prehispánicas, que tenían al amarillo como su color de luto. Para los pueblos originarios, la “flor de veinte pétalos” (cempoal=veinte, xóchitl=flor) representaba a los rayos del sol. Era esa luz que iluminaba a los difuntos en el mundo de los muertos.

La siembra de los campos de cempasúchil comienza a finales del mes de julio y la cosecha se da entre los meses de octubre y noviembre. Ver estos campos llenos de flores es todo un espectáculo, sus colores anaranjado y amarillo brindan una luz inigualable.

Puebla es el principal proveedor de flor de cempasúchil en el país. Sus principales campos se ubican en Palmar de Bravo, Santa Isabel Cholula, Tianguismanalco, Huejotzingo, San Jerónimo Tecuanipan, Tepeaca, Quecholac, Coronango, Cuautlancingo y Huaquechula. Pero las mejores vistas las tendrás en los Pueblos Mágicos de Cholula y Atlixco. En estos dos últimos podrás apreciar los campos de cempasúchil más instagrameables.