Los datos sobre los enfermos de gravedad en la tercera ola de COVID-19 en Puebla, confirman la importancia de la vacunación, puesto que la población que en su mayoría no tiene el esquema completo y han sido intubados, son quienes han perdido la vida en un alto porcentaje.

En un análisis sobre las cifras de personas que requirieron ventilación asistida entre junio y julio de este año, se observa que tres de cada 10 que fallecieron en estas circunstancias eran menores de 50 años de edad, cuando en la primera ola este sector representaba a uno de cada cinco.

Los intubados de 40 a 49 años son quienes han tenido el incremento más importante, ya que en la primera ola de contagios moría uno de cada 10 (13.2%); en la actualidad fallecen tres de cada 10 (36.5%), según las estadísticas de la Secretaría de Salud federal.

El rango de 18 a 20 años es el segundo con más aumento en este indicador, luego de que entre junio y julio murieron ocho personas con baja oxigenación, lo que representó el 9.7% del total en dicha condición, lejano al 1.2% de 2020.

En la tercera ola de infecciones, el 12.1% de los internados de gravedad que han perecido tenían entre 30 y 39 años, este sector representó en el mismo renglón y en igual periodo del año anterior el 6%.

Por último, los menores de edad con ventiladores que han fallecido, representan el 4.8% del total de quienes perdieron la vida en dichas circunstancias, cuando en 2020 no llegaban ni al uno por ciento.

En Puebla se continua con la jornada de vacunación, pero recién se han completado las dosis de un sector de 50 años y más, así como iniciado en fechas recientes con los de 30 años.