El Grupo de Estudios Geoambientales y de Calidad del Agua del Instituto Politécnico Nacional (IPN) determinó que las causas que generaron el socavón en Juan C. Bonilla son: extracción intensiva de agua, sequías, erosión de los suelos y fuertes lluvias.

Estos contrario a lo publicado esta semana por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que descartó que la sobre explotación de pozos haya generado la falla geológica. De hecho, la población de Juan C. Bonilla ha destacado por defender sus recursos naturales y oponerse a la instalación de empresas embotelladoras de agua.

En conferencia de prensa, la secretaria de Medio Ambiente del gobierno de Puebla, Beatriz Manrique dio a conocer las conclusiones de la primera fase de la investigación del IPN liderada por el científico Pedro Rodríguez.

Indicó que el estudio que inició el 3 de junio abarcó 25 hectáreas y uno de los resultados destacados es que existen registrados y publicados 47 pozos, sin embargo, se han localizado otros más de tipo artesanal; el 80% de ellos son de uso agrícola, 15% doméstico y 5% industrial.

La funcionaria estatal recalcó que se encontró en el suelo huellas de una “extracción intensiva” de agua.

Los expertos del IPN realizaron estudios:

Geofísicos: tomografías, tendidos de refracción sísmica, sondeos eléctricos verticales

Hídrica: hidrología, geohidrología e hidrogeoquímica

Determinaron con esto que el socavón tiene agua apta para el consumo, no es residual ni sulfurosa.

Como causas de la falla, identificaron:

Las condiciones del suelo que presentan extracción intensiva de agua y eso ha arrastrado los limos o arcillas que cohesionan el suelo, por lo que se detectó erosión. En los últimos 15 años disminuyó 8 metros el nivel de donde se extrae el agua, y en los últimos dos años, fueron tres metros.

Condiciones climáticas. En tres años anteriores hubo sequía intensa porque se registró 35% menos de lluvia; pero este año la precipitación es 85% por encima del promedio.

Manrique dijo que se trabaja en una delimitación del primer perímetro de seguridad y convocó a los ayuntamientos de la zona a actualizar atlas de riesgos e iniciar reordenamiento territorial de manera urgente.

Esto, porque se han hallaron otras oquedades que pueden convertirse en un riesgo.