Luego de que se dio a conocer que un juez ordenó el embargo de cuentas bancarias a la familia Jenkins por el saqueo a la Fundación del mismo nombre, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, aseveró que el dinero debe regresar a Puebla.

Contó que durante el gobierno de Rafael Moreno Valle se dieron anomalías para desfondar a la fundación y trasladar el patrimonio a la familia: “La mayoría del capital fue llevado a otros lugares y organizaciones y esto constituyó un gran litigio. El dinero de la Fundación Jenkins no es de la familia Jenkins y tiene que regresar a Puebla”.

El Ejecutivo condenó el mecanismo para dejar a la Fundación sin patrimonio (dinero y bienes), y trasladarlo a paraísos fiscales: “Lo llevaron a Guadalajara y luego a Aguascalientes y de ahí fuera del país”.

“El gobierno de Moreno Valle permitió que ocurriera eso pese a que el gobierno de Puebla está obligado, a través de la Comisión de Vigilancia de Asistencia Privada, a cuidar que esas beneficencias hagan buen uso de su patrimonio”.

Cabe señalar que el presidente de la Junta de Asistencia Privada para el Estado de Puebla, presentó una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, por daños y perjuicios más intereses por 720 millones de dólares en contra de la familia Jenkins, lo que eventualmente llevó al congelamiento de sus cuentas.