Con la fachada de una empresa llamada Euromexico Job se despliega una red de trata laboral de personas en Puebla encabezada por la ciudadana polaca Katrzyna Sobczak; quien desde una oficina recluta personas para que vayan a trabajar a su país en almacenes o empacadoras a quienes promete sueldos atractivos; sin embargo, los poblanos embaucados llegan al país y se encuentran con que los salarios son menores incluso a los pagados en México, incluso se ven obligados a cumplir contratos de hasta tres años.

Angélica estaba por cumplir 3 años sin trabajar, y al sentir desesperación por no tener dinero para comer, ni mucho menos una pensión para poder vivir el resto de su vida, aceptó una propuesta de trabajo en Europa. Inicialmente, la idea era realizar quehacer en asilos de Alemania, pero terminó cosechando jitomates y champiñones en Polonia, ganando únicamente lo equivalente a mil 300 pesos a la semana, lo mismo que podría conseguir en México, pero viviendo en mejores condiciones.

En días pasados, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado para advertir a los poblanos sobre supuestas ofertas de empleo, así como de becas en Polonia que resultan ser un fraude.

Se logró ubicar a las personas que cayeron en las promesas de la empresa llamada Euromexico Job y, vía telefónica, consiguió el testimonio de una de las mujeres que dijo sentirse muy arrepentida de haber caído en las promesas: “Era muy lindo para ser verdad, ¿no?”

Angélica no es el nombre de la entrevistada, pero, por seguridad, no revelaremos su identidad y fue contactada por la ciudadana polaca Katrzyna Sobcza, la cual le comentó que el trabajo consistía en realizar limpieza en asilos de Alemania. La oferta laboral incluía alimentos, hospedaje y el pago era de 8 a 9 euros por hora. El quehacer que realizaría en estos lugares era menos pesado que el que se realiza en México. Además, el inglés no era un requisito.

“Yo fui muy pendeja. Todo fue muy bonito, ¿por qué lo creí? Me mandó fotos del asilo, todo muy padre, ni siquiera teníamos que estar en contacto con las personas de la tercera edad. No era necesario el inglés, aunque todo el mundo lo habla, pero si te ven con el mínimo conocimiento te la dejan caer”.

Angélica comenzó los trámites y partió a su destino en abril. Katrzyna Sobczak o Catalina, como ella la llama, relató que cobra entre 10 y 20 mil pesos por todo el trámite, pero el vuelo salía desde Cancún, Quintana Roo. El viaje de Puebla a Quintana Roo no iba incluido.

Aunque ahora Katrzyna Sobczak se justifica diciendo que, por pandemia, la frontera a Alemania no está abierta, y que por ello le ofreció el trabajo en Polonia. Sin embargo, Angélica tuvo que pasar por Frankfurt, Alemania. El hombre que la ayudó a bajar su equipaje le cuestionó de su origen y destino.

“Te lo juro que se moría de la risa cuando le dije que iba a Polonia a trabajar. Me dijo: 'No sea tonta, los de Polonia vienen a trabajar aquí'”, recordó Angélica como un taxista en el aeropuerto de Frankfurt, Alemania le advirtió del fraude.

Debido a que el plan de trabajo prometido cambió, Katrzyna Sobcza le explicó a Angélica que en Polonia ganaría 15 a 18 zlotys por hora, y su actividad consistiría en acomodar cosas en establecimientos similares al Sam´s Club o Costco, pero tampoco fue así.

“El hombre que nos tiene trabajando es de aquí y nos enseñó los correos electrónicos donde le especificó que el trabajo era en campo, invernaderos, quitar jitomates y champiñones, estar todo el día sentados. Si tuviera menos años lo haría, pero ahorita está invernando y haciendo la cuenta con mil 300 a la semana, no lo mismo que puedo ganar en México”.

Actualmente, Angélica vive con otros ocho mexicanos, entre ellos algunos originarios de Campeche y tres ucranianos. Katrzyna Sobcza les prometió que en un tiempo aproximado de 2 meses ya estarán trabajando en Alemania, como se los prometió. Pero ya nadie le cree.

“Ahorita somos 9 mexicanos más 3 ucranianos. Estamos repartidos en 4 recámaras. Los colchones huelen feo, la comida esta horrible, solo pedimos algo digno. Es una red bien gacha”.

Aunque Angélica aseguró que exigieron su dinero de vuelta y que regresen a México, la realidad es que se encuentran varados en aquel país sin saber qué hacer o cómo volver porque no han logrado juntar siquiera los recursos para comprar su boleto de regreso.

Fuente: Página Negra