“Desglósenos esas cifras macabras”, dijo el cuatro de enero Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, al secretario de Salud al hacer referencia a la cantidad diaria de resultados confirmados de Covid-19 que, entonces, oscilaban entre 200 y 300; sin embargo, los verdaderos números de terror se dieron ese mismo lunes con el conjunto de personas que tuvieron los primeros indicios de la infección, que es, hasta el momento, la más elevada en lo que va de la epidemia en el estado.

Así se manifestaron los estragos del relajamiento social por los festejos decembrinos, con 625 poblanos que experimentaron los primeros malestares de la enfermedad el mismo día, exactamente a 10 días de Nochebuena y cuatro de Año Nuevo, según los datos abiertos del gobierno federal.

Números similares al lunes cuatro tuvieron los siguientes dos días. En sí, la primera semana de enero fue catastrófica, al concentrar el 27.1% del total de personas en el estado que sufrieron los estragos de Covid-19 en aquel mes, es decir, 3 mil 719 enfermos, donde uno de cada 10 ha perdido la vida, en su mayoría hombres (60%).

Es preciso apuntar que la cantidad más alta que se tenía de personas que experimentaron los primeros síntomas de Covid-19 el mismo día, era de 525, registrado el 15 de junio del año pasado, es decir, 100 menos que los reportados el primer lunes del año.

La gran cantidad de enfermos observados en las estadísticas de la federación en los primeros días de 2021, se vieron reflejados también en la alta demanda hospitalaria en el estado durante enero que, de acuerdo con el Sistema de Información de la Red IRAG, el 19 de enero llegó hasta 82.3% de camas ocupadas.