El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa indicó que el hecho de que Puebla pase a color amarillo en el semáforo epidemiológico el 28 de septiembre no significa que la pandemia de COVID-19 haya terminado, por lo que es importante continuar con todas las medidas de precaución.
Durante la homilía dominical, Sánchez Espinosa sostuvo que si bien estamos avanzando esto no significa que estemos libres de la pandemia y es importante seguir con las medidas para que se mantenga estable la curva de contagios y no exista un repunte.
“Según las noticias, Puebla mañana entra a semáforo amarillo pero la enfermedad sigue. Yo los invito a que no nos confiemos y hagamos caso a nuestras autoridades de salud y gubernamentales que nos invitan a un pacto comunitario, a un comportamiento social que significa evitar todo festejo masivo, el usar cubrebocas, gel y la sana distancia”, aseveró.
Monseñor resaltó que se siguen perdiendo vidas a causa de esta enfermedad, por lo que espera pronto se encuentre la cura y la vacuna para este mal, que en México cobró la vida de 75 mil personas y en entidad poblana más de 4 mil.
Pidió por el personal medico que está atendiendo a los pacientes de este mal, por las personas que perdieron a un familiar y por aquellas que están sufriendo por la crisis económica derivada de esta pandemia.
