Durante los últimos cuatro meses, los hábitos alimenticios de los poblanos cambiaron de forma drástica y en promedio subieron de tres a cuatro kilos, situación que agudiza la posibilidad de contraer obesidad, una de las principales comorbilidades que agravan los casos de coronavirus. 

La directora de la Facultad de Nutrición de la UPAEP, Lourdes Silva Fernández, indicó que lamentablemente el confinamiento sanitario vino a agravar los hábitos alimenticios de los poblanos, consumiendo alimentos con bajo contenido nutricional durante los meses encerrados. 

Aunado a esto, Silva Fernández sostuvo que la falta de una rutina de ejercicios y el realizar home office, estar mucho tiempo sentados, agravó la condición de muchas personas que de por si tenían un ligero problema de sobrepeso. 

Comentó que el estrés producido por la situación actual, generó en muchas personas casos de ansiedad, que muchas veces se tradujo en un desorden alimenticio, lo cual también genera un problema de nutrición y salud en las personas. 

Resaltó que el pedir comida a domicilio se volvió también parte de las rutinas de los poblanos, por lo que muchos que tenían una dieta empezaron a dejarla de un lado por la practicidad de pedir comida rápida y esto generó un desorden en su metabolismo. 

Aseveró que es importante que la gente empiece a cuidar su alimentación y hacer rutinas de ejercicio en casa, debido a que los problemas de sobrepeso se pueden convertir en obesidad y detonar otras enfermedades como diabetes, las cuales son comorbilidades que agravan la situación de coronavirus.