ESPN informa que el golpeteo de un martillo hace echo a través de las gradas del estadio de los Miami Dolphins, las reverberaciones del Super Bowl LIV apenas comienzan en su regreso al Sur de Florida.
Se pintó el logo en la nueva capa de pasto mientras dos hombres con casco colgaban de un andamio debajo de una pantalla de video. Trabajadores en la explanada afuera del estadio también preparan el complejo de manera ruidosa, para el partido por el campeonato de la NFL el próximo 2 de febrero, entre los Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers.
“Tenemos más de seis mil personas trabajando detrás de escena para configurar todo”, dijo Eric Finkelstein, director senior de operaciones de eventos de la NFL. “Se puede escuchar a nuestro alrededor, y queda mucho trabajo por hacer. Pero nos sentimos muy bien acerca de dónde estamos respecto a preparar todo”.
La liga ofreció un adelanto en el estadio mientras Miami se prepara para albergar el Super Bowl por undécima vez, la mayor cantidad para una ciudad. Han pasado 10 años desde el último juego por el título en el Sur de Florida, desde entonces, el hogar de los Dolphins tuvo una renovación de 550 millones de dólares.
La NFL dijo que las mejoras al Hard Rock Stadium, eran necesarias para que Miami se mantuviese competitiva en la lucha por tener el Super Bowl.
“La gente que no ha estado aquí desde el último Super Bowl, sentirán estar en un estadio totalmente diferente”, señaló Tom Garfinkel, presidente y CEO de Dolphins.
Los cambios incluyen cuatro largas pantallas y un pabellón para proteger a los aficionados de la lluvia, mientras que las gradas y palcos han sido reconfigurados. Una plaza en la entrada principal ahora provee un entretenido ambiente antes de los juegos.
“Las diferencias son asombrosas”, subrayó Finkelsetin. “El espacio adicional del club y los terrenos alrededor del sitio están completamente en otro nivel”.
Mientras habla, trabajadores afuera del estadio cortaban madera contrachapada, aplicaron pintura fresca y probaron góndolas con fondo de vidrio que recorrerán todo el terreno y debutarán en el Súper Domingo, brindando a los aficionados una vista de las festividades previas al juego desde una altura de 90 pies. Un viaje de ida y vuelta durará 20 minutos.
“Eso definitivamente es un Super Bowl de primera”, sonrió Finkelstein.
La NFL ha estado en el sitio desde el dos de enero y construyó 4 millas y media de barda para asegurar el perímetro. El Súper Domingo se abrirán las puertas para recibir a 65 mil fans.
“Estamos preparados para montar un gran show”, concluyó Finkelstein.