El Clarín dio a conocer que la segunda audiencia del juicio contra el ex futbolista paraguayo Jonathan Fabbro (37), detenido por el presunto abuso sexual de su ahijada desde que tenía 5 años hasta los 11, duró 11 horas. Había citados más de 15 testigos, entre ellos su pareja, la modelo Larissa Riquelme (34).

La modelo lo defendió, como se preveía, al dar su testimonio en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 12 de Capital Federal, que dispuso que el debate se realice a puertas cerradas para preservar la identidad de la víctima. 

A primera hora, el ex jugador de Boca Juniors, River Plate y la selección paraguaya fue trasladado desde el penal de Marcos Paz, donde permanece detenido en el marco de esta causa, por la cual fue extraditado desde México en mayo del año pasado.

Riquelme, la novia del ex futbolista, evitó el contacto con la prensa y se dirigió directamente a la sala de audiencias, donde a las 9.30 comenzó el debate, el cual finalizó a las 20.30.

Durante la primera jornada habían declarado una decena de testigos propuestos por la fiscalía y este jueves era el turno de la defensa, a cargo del abogado Federico Albano. Entre los citados estuvieron Martha Zabala, la madre del ex jugador, sus hermanos Anabel y Pablo, y su pareja Larissa Riquelme.

Todos trazaron una línea de tiempo para explicar que habían estado junto con Fabbro en el momento en que supuestamente ocurrieron los hechos.

El ex delantero está acusado y procesado por el abuso sexual de su ahijada "con acceso carnal" y "doblemente agravado por el vínculo".

Hoy la nena tiene 13 años y en el expediente existen pruebas que comprometen al futbolista.

El jueves 22 de agosto, durante la cuarta audiencia, está previsto que Fabbro declare en el juicio y responda preguntas. El delito por el que lo imputan prevé una condena de 8 a 20 años de cárcel.

Los abusos salieron a la luz una tarde, cuando el hermano de la víctima la descubrió chateando con Fabbro. Fue recién en ese momento, ante la insistencia de las preguntas, que ella se quebró y confesó "toqueteos, penetraciones y eyaculaciones orales" por parte de quien era su padrino.

A lo largo de la investigación se conoció también el contenido de los mensajes que intercambiaban el futbolista y la menor que dejaron al descubierto los abusos.

En Paraguay, el futbolista tiene otra denuncia de abuso sexual infantil. Se trata de una nena de 5 años que logró contar a sus padres situaciones de abuso.

Esa causa está en plena investigación y para la Justicia paraguaya el futbolista está declarado “en rebeldía”.