ESPN informa que un gol de Luis Suárez en el minuto 90 sentenció la victoria del Barcelona sobre el Arsenal de Umai Emery, que cumplió con la tradición y perdió su partido número 13 en el Camp Nou.
El Barça venció con una remontada en un partido sin demasiado ímpetu y que dejó a la vista que a los de Ernesto Valverde les falta un empuje hasta comenzar la Liga.
Al Barça se le notó falto de rodaje y huérfano de Messi, Valverde dispuso, de entrada, de sus fichajes (excepto por Junior Firpo) y le dio alternativa a Riqui Puig, cuyos detalles dejaron patente su excelsa calidad futbolística, amén de su entendimiento con un De Jong que se presentó como pivote en lugar de Busquets, muy participativo y avanzado en el juego de ataque, pero sin encontrar una buena referencia en ataque.
Al Barça del primer tiempo le faltó eso: remate. Griezmann se colocó de falso “9”, posición que se supone tendrá cuando no juegue Suárez, y le costó hacerse con la idea, la posición y el desmarque ante un rival que debutará dentro de una semana en la Premier, en Newcastle, y que se mostró más vivo, ordenado y posicionado en el terreno de juego.
El equipo de Valverde combinó con acierto hasta tres cuartos de campo y se despistó en el momento definitivo. Dembélé precipitado por la derecha y Carles Pérez cohibido por la izquierda, el equipo de Unai Emery se acomodó en su parcela y buscó, con paciencia, alguna contra para sorprender a Neto, quien sufrió un par de sustos con balones jugados en diagonal hasta que en uno de ellos, cerca al descanso, la recepción, control y disparo de Aubameyang fue tan excepcional, que el portero brasileño del Barça solamente pudo seguir con la mirada al balón hacia su meta.
El 0-1 cayó como un jarro de agua fría en el estadio y congeló las ideas del Barça, que apenas había molestado en dos remates de Riqui Puig y Jordi Alba y que había visto como se anulaba por fuera de juego un gol, de rebote, a Griezmann.
Cambios que dan mismos resultados
Valverde varió la cara de su equipo tras el descanso. Cambió al portero, a los centrales, al centro del campo y a Pérez.
Entraron Ter Stegen, Todibo, Lenglet, Busquets, Rafinha, Sergi Robertoy Aleña. Más tarde lo harían Suárez, Wagué, Miranda y Collado en una segunda mitad en la que el Barça trató de imprimir mayor viveza, pero en la que mostró, repetidamente, los errores de la primera parte del encuentro.
Sobresalió la frescura de Rafinha y, también, el gafe que no abandona a Unai Emery en el Camp Nou, personalizado esta vez en Maitland-Niles, que convirtió una simple cesión a Leno en un autogol de chiste, sin ver el zaguero que su portero había abandonado la posición bajo los palos en busca del balón.
Al Barça le animó el empate y Suárez rozó poco después el 2-1 con un remate que se rozó el palo, mientras el Arsenal, despistado por los cambios y falto de ambición, pareció olvidarse del partido, aunque Martinelli estuvo muy cerca de conseguir darle ventaja al cuadro inglés en un remate acrobático.
Cuando el partido se dirigía a un final insulso en espera de los penalties, apareció, sí, Suárez para, con un disparo raso y cruzado, sentenciar la victoria del Barça.