ESPN informa que de las 25 jugadoras del equipo femenil del extinto Lobos BUAP, 20 consiguieron acomodo en clubes de la Primera División de la Liga MX Femenil, mientras que dos de ellas prefirieron retirarse para seguir con sus estudios y otras no han definido su situación en el futbol.
Karen Mejía, Rubí Ruvalcaba, Abigail de Jesús y Brenda León se enrolaron con Cruz Azul Femenil; Mayra Fernanda Ríos y Claudia Cid llegaron al América; Itzia Tenahua se incorporó a las Chivas; Paola Manríquez y Gloria Narváez ya están con Pachuca, además que ocho jugadoras se acomodaron con el Veracruz, dos con Puebla y una de ellas, originaria de Ciudad Juárez, se enroló con el equipo que compró el equipo varonil licántropo.
Julio Cevada, director técnico de Lobos BUAP Femenil hasta el torneo anterior, expresó en entrevista concedida a ESPN Digital que “al momento que se vendió la franquicia, este equipo se desintegró. Nadie nos avisó nada, nunca hubo un acercamiento por parte de los directivos. Para mí lo más importante es que mucha gente se dio cuenta del gran trabajo que se venía haciendo en el conjunto y la mayoría de las chicas ya firmaron contrato con otras instituciones. Al menos mi base ya tiene equipo”, se ufanó.
Dijo que él, personalmente, se dedicó a conseguirle un nuevo club a sus pupilas, pues la mayoría quería jugar y no era justo que se quedaran sin hacerlo.
“Yo tengo relación, gracias a Dios, con varios entrenadores de otros clubes. Hablé con Chivas, también hablé con otros equipos para tratar de colocar a la mayoría. Ya había interés de Pachuca y América, por ejemplo. A unas, Cruz Azul las buscó directamente”.
Asimismo, señaló que haber sido partícipe para que las muchachas llegaran a otros equipos de la Primera División le provoca una satisfacción personal, pues “si de algo me puedo jactar es de que hicimos un excelente grupo humano, hicimos una gran familia y me llena de gusto que las chivas puedan continuar, la gran mayoría, mientras en mi caso particular, tengo confianza de regresar a dirigir”.
Acerca de qué garantía tienen las chicas que se enrolaron con los Tiburones del Veracruz, de recibir un salario a tiempo, dado los problemas de pagos que han venido aquejando a aquel club, señaló que “han estado hablando con ‘Fito’, el técnico de aquel equipo femenil; ellas están entrenando y esperando ahorita que llegue la fecha para firmar, pues todavía el equipo femenil no firma. Todas tienen un buen nivel para jugar; aparte ‘Fito’ ha hablado bien de ellas y espero que les vaya bien”.
Dijo también que dos jugadoras decidieron no continuar en el balompié, ya que prefirieron seguir estudiando; incluso, una de estas está por recibirse. En tanto, otra se quedó en la Universidad de las Américas para jugar y seguir estudiando al mismo tiempo. “Daniela Navarrete se regresó a Acapulco, casi no tuvo minutos y volvió allá, y Mariana Escalona no sé qué vaya a pasar con ella, está entrenando con Puebla, pero no le han resuelto nada”.
Expresó el timonel que, tras la disolución del equipo, utileros, masajistas y otros empleados del conjunto también quedaron a la deriva: “La doctora fue la única de nosotros que agarró trabajo”.
NO HABÍA CONTACTO CON MENDÍVIL
Sobre qué le gustaría decirle públicamente a la exdirectiva lobezna, misma que encabezaba Mario Mendívil, ya que si no hubiera sido por él, quizá la mayoría de las jugadoras andarían deambulando, explicó: “Pues, gracias a Dios pude apoyarlas y ya tienen equipo. En cuanto a la directiva, no tengo nada que decir; esto es un negocio, es futbol, a final de cuentas lo de nosotros como entrenadores, lo nuestro, es lo deportivo. A mí siempre me ha preocupado más la cancha y mi trabajo”.
Hizo ver que con Mendívil no tenían ninguna comunicación y todo se hacía por medio del responsable de las fuerzas básicas, René Ruvalcaba: “En sí, como equipo nosotros no teníamos una estructura independiente, que fuera exclusiva del equipo femenil. En el Club Lobos sólo estaban, su hijo (de Mario Mendívil), que también estaba involucrado; una compañera y por ahí, otra persona”.
Por otro lado, admitió Cevada que los salarios de las licántropas eran de los más bajos de la Liga MX, aunque se abstuvo de mencionar cifras. Lo que sí dijo es que algunas no tenían un salario, mientras que 18 de las jugadoras de su plantel vivían en la casa club y recibían alimentación.
De igual manera, expresó que con nadie de los integrantes de la escuadra femenil hay adeudo, ya que los sueldos estaban al día y todos concluyeron contrato paralelamente con el Clausura 2019.