El Gráfico dio a conocer que Honduras no se juega nada. Absolutamente nada más que su honor. Una de las peores versiones de la selección vecina quedó en evidencia en esta Copa Oro y eso deja a El Salvador ante la incertidumbre y las dudas de qué rival tendrá enfrente y si harán rotaciones. 

Y es que El Salvador se juega la vida al menos de momento. Y es así porque podría jugar ese partido con la clasificación en la bolsa por el duelo entre Jamaica y Curazao; o podría hacerlo obligado a ganar. Independientemente la victoria incluso le daría el primer lugar del grupo. 

Darwin Cerén manifestó que no hay espacio para confiarse. "Es un rival complicado. No podemos confiarnos de la situación del rival porque quieren cerrar con honor. El equipo está obligado a salir y ganar para tener asegurada la clasificación". 

"Dependemos de nosotros. El equipo está trabajando bien y eso ha permitido que estemos vivos hasta acá y que sigamos sin encajar gol. Honduras va a querer hacer su juego y estamos preparados para eso", recalcó Cerén. 

OTRO ESCENARIO 

Este no era el escenario que Honduras esperaba. En la última conferencia con el técnico Fabián Coito luego de la derrota ante Curazao, la prensa hondureña tiraba fuego contra su entrenador por una de las peores actuaciones de esa selección en mucho tiempo. 

Incluso piden la cabeza de un técnico que con cerca de cuatro meses y cinco partidos encima no tiene una clara idea de juego. 

Coito manifestó, ante el enojo de periodistas de ese país, que "no encuentro la forma de que los jugadores encajen en el esquema pero creo que es un tema más de actitud porque sobre la calidad". 

El técnico hondureño agregó que "ahora trataremos de cerrar dignamente este torneo que fue malo para nosotros pero también de mucho aprendizaje. Hay que levantarnos", concluyó Coito.