Futbol Nica informa que Nicaragua ha quedado fuera de la Copa Oro y enfrentará a Bermudas con la responsabilidad de sumar por primera ocasión en la historia de la competencia, pero la tarea no será fácil. Los Gombey Warriors han mostrado ser un rival complejo que ha hecho sudar a Haití y a Costa Rica que nos han superado con claridad.
El 62% de la inerte posesión con la que contó Nicaragua en el partido contra Les Granadiers no impidió la derrota aunque si representó una notable mejoría de la Azul y Blanco con respecto a la derrota de 4-0 en San José. El equipo nacional demostró individualidades importantes como la de Henry Maradiaga que dejó en evidencias credenciales para exigir la titularidad sobre Lorente, alejado de sus mejores días, o la de Kevin Serapio teniendo noventa minutos de mucho sacrificio mientras que en el ataque Byron Bonilla y Juan Barrera siguen siendo la referencia con el de Saprissa siendo el jugador explosivo y con Barrera habiendo mutado a un jugador menos rápido y más pensante.
A pesar de las críticas, Jorge Betancur tuvo un partido bueno y cumplió con las responsabilidades tácticas establecidas por Henry Duarte. El naturalizado peleó, corrió e intentó ganar siempre entre los dos grandes y fuertes centrales haitianos.
Pero fue en la zaga donde a Nicaragua se le complicó el asunto. Manuel Rosas y Josué Quijano sufrieron mucho en funciones de marca, siendo el niquinohomeño quien tuvo más debilidades y a través de quien se abrió la puerta para los tantos de Saba y Ettienne.
Debe de preocupar nuestra incapacidad absoluta de rematar a marco, contra los ticos nos limitamos a dos disparos, ambos estrellados contra los postes mientras que contra los haitianos no tuvimos mayores aproximaciones después de un disparo de Jorge Betancur a las manos de Johny Placide, un cobro de Galeano por un costado y un peligroso cabezazo de Copete.
Los ingresos de Armanto Goufas y Luis Manuel Galeano mejoraron un poco el espíritu ofensivo nacional pero el griego no tuvo suficiente tiempo para mostrar su capacidad de desequilibrio.
Para Nicaragua deberá ser prioridad afinar su ataque de cara al partido contra Bermudas para conseguir el resultado anhelado y para hacerlo Juan Barrera debe de ser más atrevido, Byron Bonilla más colaborativo y Henry Duarte tendrá que buscar aplicar variantes con prontitud para encontrar las variantes requeridas.
Una victoria contra Bermuda no borraría el rostro decaído mostrado por Nicaragua en San José y Dallas pero sería un bálsamo para cerrar con broche de oro la era de Henry Duarte.