ESPN informa que después de que hace once años Chelsea y Manchester United dirimieran la primera Final inglesa de la historia de la Champions League, después de que Chelsea y Arsenal peleasen por la Europa League, la temporada de clubes echa su cierre con un duelo tremendo y a todas luces inesperado.
Tottenham Hotspur y Liverpool FC serán los protagonistas, el escenario el Wanda Metropolitano de la capital española y el premio heredar el trono que ha regentado las tres pasadas ediciones el Real Madrid y las cinco últimas el futbol español.
Pocos hubieran apostado porque el Liverpool repitiese la hazaña de alcanzar la Final. Más teniendo en cuenta el 3-0 encajado en el Camp Nou. Lo del alemán Jürgen Klopp es un milagro cuya explicación es plausible que esté fuera de este mundo.
Pero es que lo del argentino Mauricio Pochettino no es para menos. No gastó en el mercado veraniego ni en el invernal, convirtiéndose en el primer equipo de la rimbonbante Premier League en hacerlo, y cuando nadie le esperaba, obró el más difícil todavía.
Dejó fuera de manera dramática al Manchester City y acortó la vida de muchos corazones londinenses con lo acontecido en el Amsterdam Arena. Quizás lo de Pochettino también tenga una explicación divina.
Como lo podría tener la milagrosa recuperación de Harry Kane para la Final. Afectado por una lesión de tobillo provocada en la ida de Cuartos, el inglés es la gran duda de un Tottenham que parte como no favorito, que nunca ha estado en la Final -su tope son las semifinales de 1962- y que no levanta un trofeo desde 2008.
Al Liverpool, la experiencia le tiñe canas. Posee cinco Copas de Europa y viene de un subcampeonato digno de cualquier tragedia griega el año pasado -cayó ante el Real Madrid en Kiev-. Klopp ya ha perdido dos finales. Otra derrota más no encontraría sentido ni a millones de años luz.
El alemán se encontrará con la importante baja del centrocampista guineano Naby Keita, fuera por un problema en la ingle, pero recuperará al delantero brasileño Roberto Firmino, quien se perdió la recta final de la temporada.
Los ‘Reds’ están tocados después de perder su mejor Premier League de su historia, heridos en un alma que podría encontrar buen cobijo al amparo de una ‘Orejona’, pero reforzados por la heroica remontada ante el Barcelona en Anfield.
El más que probable retorno de Firmino al once rearma el temible tridente ofensivo del conjunto de Klopp, que podría otorgar también la titularidad en la medular al holandés Georginio Wijnaldum, bigoleador ante el cuadro barcelonista, en detrimento de James Milner, para otorgar capacidad de llegada y mantener la intensidad en la presión, una de las principales armas en busca de la verticalidad.
Los Spurs saben que de ganar harían una leyenda impensable hace meses. Algún avispado sacará, si ganan, un boleto de apuestas clamando que él lo predijo. La realidad es que nadie lo esperaba.
La reaparición de Harry Kane se antoja como un factor determinante para la Final. Fernando Llorente cumplió a la perfección en el camino hacia el Metropolitano, pero el ‘9’ inglés es un jugador diferencial.
Pochettino llega a la final con opciones y variables tras las recuperaciones de Kane e incluso el colombiano Davinson Sánchez.
El brasileño Lucas Moura, héroe de la semifinal ante el Ajax,incluso podría quedarse fuera del once.
Hasta Harry Winks surge con opciones en la medular, pero se podría decantar por el músculo de Eric Dier y Moussa Sissoko para acompañar al danés Christian Eriksen y dejarle más libertad para lanzar a los Dele Alli, Heung-min Son y Kane.