Marca dio a conocer que Portugal ganó la Eurocopa racaneando y así empezó, siendo fiel a su estilo, la defensa del título conquistado en Francia en el verano de 2016. Pero la probabilidad tiene que lo que tiene, que aunque diez veces seguidas salga cara, un día sale cruz.

La moneda cayó en Da Luz en el guante de Pyatov, que la estrujó hasta sacarle jugo, el de un punto valioso para Ucrania en la salida más complicada de las que va a tener en toda la fase de clasificación.

El meta de la selección de Shevchenko negó una y otra vez el gol a los portugueses, sobre todo a un Cristiano Ronaldo que regresaba al combinado nacional y que se marchó del terreno de juego amargado, sin haber podido marcar, sin darle una alegría a su afición.

El de la Juve lo intentó y tuvo dos disparos claros para anotar que se estrellaron primero en el pie y luego en la mano del gigante Pyatov.

El plan de 'Sheva' salió a la perfección y si la calificación fue de notable y no de sobresaliente es porque, después de agotar a Portugal, falló en el estoque. En el descuento tuvo dos oportunidades para marcharse de Lisboa con los tres puntos pero no acertó a poner a dormir la bola en la red de Rui Patricio.

Sin embargo, dejó un mensaje claro al resto de rivales del grupo: el muro sigue en pie y va a costar derribarlo.Con poquísimo de André Silva, con un Bernardo mareado de tanto regate sobre sí mismo y sin ayudas de los secundarios, Portugal se cegó en una estrategia inocua de balones a la banda y de ahí al área, donde eran engullidos por el agujero negro de Pyatov.

Casi 20 saques de esquina tuvo la selección de Fernando Santos para nada, para sacarlos en corto teniendo a cabeceadores de lujo esperando en el área, para mandarlos flojos y bombeados, un regalo con dirección de entrega a los guantes del meta ucraniano.

En fin, una Portugal rácana y simplona, que tuvo plan A y que se agarró a él hasta el pitido final y que tendrá que mejorar mucho si no quiere que este paseo hasta la Eurocopa 2020 se convierta en un calvario.

De momento ya va a tener que caminar con una piedrecita, la del empate ante Ucrania, dentro de las botas. Queda por ver si será una simple molestia o si a la 'china' se le van uniendo otras que impidan que avance por paso firme hasta la cita del próximo verano.