El conjunto del Bayern Múnich consiguió su boleto a cuartos de final de la Champions League luego de ponerle fin al sueño europeo del París Saint-Germain (PSG) tras imponerse por 2-0 (3-0 en el marcador global), superando así la fase de octavos de final del mayor certamen de clubes en el Viejo Continente.
Sin Neymar lesionado, Messi y Mbappé se fueron diluyendo a medida que avanzaban los minutos y la eliminación se acercaba, sobre todo después de que el camerunés Eric Maxim Choupo-Moting, ex del PSG, anotara para el Bayern el primer tanto del partido a la hora de juego (61), antes de que luego sentenciara en el tramo final Serge Gnabry (89).
Lejos del nivel que se puede esperar de una plantilla construida a golpe de talonario y con muchos de los mejores jugadores del mundo, el PSG fue claramente inferior en los 180 minutos de eliminatoria a un Bayern que vuelve a estar entre los ocho mejores equipos del continente.
Pese a la derrota en el Parque de los Príncipes, el PSG quiso demostrar pronto que no daba la eliminatoria por perdida y a los dos minutos avisó Kylian Mbappé con un primer disparo que atajó el suizo Yann Sommer.
El astro argentino Lionel Messi tuvo una buena ocasión, pero el canadiense Alphonso Davis la evitó con un gran gesto defensivo (25), aunque la más clara la tuvo el portugués Vitinha, que no aprovechó un gran error de Sommer y su disparo a puerta vacía lo sacó Matthijs de Ligt en la línea (38).
Tras el descanso, el Bayern salió dispuesto a sentenciar la eliminatoria y Choupo-Moting tuvo grandes ocasiones para hacerlo, el delantero camerunés cabeceó a la red un centro de Musiala, pero el tanto fue anulado por fuera de juego de Thomas Müller. Pero una jugada después, Verratti pierde la pelota en su propia área y Goreztka sirve a Choupo-Moting para batir a placer a Donnarumma (61).
Al PSG apenas le quedaba media hora para marcar dos goles con los que forzar la prórroga y Sergio Ramos casi logra el primero con un cabezazo que sacó Sommer con una gran actuación (64).
El Bayern, además, demostró contar con un banquillo de gran calidad y Serge Gnabry sentenció el pase en el 89 en un certero contragolpe . La humillación pudo haber sido mayor si el gol anotado en el descuento por Leroy Sané, otro de los suplentes de lujo, no hubiese sido anulado por fuera de juego.
Con información de Excélsior