ESPN informa que aún sin salir Dani Alves al campo, el "Olé, olé, olé, Alves, Alves, Alves" apareció en Ciudad Universitaria. Apenas asomó la cara y se escuchó su voz en la pantalla del estadio, los aficionados estallaron en júbilo con un video del brasileño, quien debutó con Pumas ante Mazatlán y lo hizo con una asistencia.
'Goyo', mascota del club, encabezó a los jugadores para salir del túnel rumbo al medio campo y entonar el Himno Universitario. Alves fue el cuarto en saltar a la cancha y el estadio 'estalló' una vez más.
El brasileño alzó el brazo e hizo la seña universitaria para entonar el himno. Luego se acercó al tiro de esquina de la cabecera sur para el protocolo oficial de la Liga MX.
Los flashes, las luces de los celulares y las miradas fueron solo hacia Alves, quien fue aplaudido y ovacionado cada que tocó el balón con sus brillantes botines verdes.
Intentó el 'Jogo Bonito' y fue con Eduardo 'Toto' Salvio con quien más buscó el juego. Los dos jugadores con más calidad se entendieron en la cancha.
Dos veces fue Alves al césped en el primer tiempo. El corto tiempo de adaptación mermó el ánimo de Dani Alves, quien hasta cobró una falta de tiro libre que Nicolás Vikonis sacó con los puños para evitar el error.
Alves fue ovacionado en múltiples ocasiones. Hasta para cobrar un tiro de esquina, el estadio se puso de pie y le aplaudió una vez más, pues la leyenda sudamericana era la atracción de miles de seguidores felinos.
La noche fue una fiesta para Alves, quien corrió, gritó, metió la pierna y dejó clara su calidad con los pases, los 'taquitos' y esa magia que lo caracteriza.
El gol que hizo Mazatlán con un remate de cabeza del venezolano Bello hacia el minuto 75 solo llevó a que Alves ordenara el medio campo y sacara la garra para tomar ese rol de liderazgo que hacía falta en el equipo.
Ese coraje lo llevó a ser el héroe del partido, pues dio una asistencia en un tiro de esquina para que Nicolás Freire rematara de cabeza y salvara un punto en casa.
Si bien el resultado fue un empate 1-1, Alves se robó los corazones de los aficionados felinos, quienes llenaron Ciudad Universitaria para ver al brasileño con el puma en el pecho.