ESPN informa que el Barcelona hizo oficial este jueves la firma de Ousmane Dembélé, quien se comprometió con el club azulgrana por dos temporadas, hasta 2024, como se dio por hecho al comenzar la semana.

Todo alrededor de Dembélé es novedoso, cuando no inaudito o sorprendente. Cinco años después de pagar (contando los variables) 135 millones de euros por su fichaje al Borussia Dortmund el Barcelona vuelve a ficharlo sin costo, un hecho nunca visto en la historia del club y lo hace después de muchos meses (desde enero) de idas y venidas, de polémicas y de sospechar que el futbolista (o su representante) jugaban con el Barça teniendo en realidad atado un contrato con otra entidad.

Mateu Alemany lo señaló sin disimulo en invierno, invitándole a buscarse otro destino por no aceptar la oferta de renovación, y Xavi, se entiende que presionado por el director de futbol, llegó a dejarlo fuera de sus planes con ocasión de un partido de Copa ante el Athletic Club.

Un partido que significó la eliminación del Barça y, al cabo de una semana, el regreso de Dembélé a la dinámica del equipo por deseo del entrenador.

Mantuvo firme su intención de agotar el contrato el futbolista mientras su agente, Moussa Sissoko, respondía con silencio a las presiones y propuestas del club, convencido de que en Europa encontraría un club dispuesto a recibirlo con los brazos abiertos, ofrecerle, por su condición de libre, un salario de al menos 10 millones de euros y, claro, una cuantiosa prima de fichaje de la que el representante sacaría buena tajada en comisión...

Pero nada ocurrió como confiaba el agente. Ni el Paris Saint-Germain, ni el Chelsea, el Bayern Munich o el Manchester United entraron en el juego de Sissoko y con el paso de los meses en el futbolista, mimado por Xavi y con un rendimiento a la altura de lo esperado por el entrenador, fue creciendo el deseo de permanecer en el Camp Nou.

Contemplando imposible conseguir un contrato millonario fuera del Barcelona, su rechazo a las condiciones ofrecidas por Alemany fue descendiendo. Hasta acabar aceptando.

Al cabo de siete meses acaba un drama en el que no se adivinan ni vencedores ni vencidos. El Barça, en cuyo seno existían voces contrarias a la permanencia del jugador por su actitud durante este tiempo, rebajará ostensiblemente su salario (se asegura que hasta un 40 por ciento) e incluye en el nuevo contrato los variables por rendimiento impuestos por Alemany; el jugador sigue en esas nuevas condiciones con un contrato de corta duración en el que deberá dar lo mejor de si mismo para dentro de dos años exigir un contrato de crack... Y, si acaso, la cara de felicidad se dibujará en Xavi Hernández, quien se habrá salido con la suya.

Dembélé, de 25 años, competirá de esta manera con el brasileño Raphinha, fichado al Leeds United y que, esperándose su presentación oficial para el viernes, completará, como deseaba el entrenador, la banda derecha del ataque azulgrana.