ESPN informa que el Barcelona dijo adiós a sus mínimas opciones de pelearle la Liga al Real Madrid... Y se metió en un problema, ya se verá de qué dimensiones, perdiendo en el Camp Nou frente a un Cádiz que, logrando su primer triunfo en feudo azulgrana, consiguió salir de la zona de descenso. Un gol de Lucas Pérez, apenas comenzar la segunda mitad, le bastó al equipo andaluz para consumar una sorpresa histórica.
Aún abrumado el entorno barcelonista por la invasión alemana del jueves anterior, y algo decepcionada por la remontada del Real Madrid en el Sánchez Pizjuán que le daba medio título al equipo merengue, el partido ante el Cádiz apenas si estuvo en el escenario, demostrando los propios jugadores de Xavi estar muy lejos del nivel de exigencia y concentración necesarias en un momento trascendental de la temporada.
El Barça quiso... Pero no pudo. Repitió los errores de los últimos partidos, se mostró cansado de piernas y de mente, acaso incluso falto de experiencia y lo pagó. De mala manera.
Una jornada que comenzó con la publicación de las comisiones millonarias de Piqué y su comisión conjunta con el presidente de la Federación Española Luis Rubiales por llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí, que siguió con el anuncio de una rueda de prensa del presidente el martes para explicar, más, lo sucedido el jueves anterior en el partido frente al Eintracht, continuó con una protesta minoritaria contra la directiva y el boicot de la grada de animación... Y desembocó en un partido áspero, incómodo y hasta dramático frente al Cádiz, al que nadie, en los últimos días, pareció prestar atención.
Tercero por la cola, el equipo gaditano, que la pasada temporada arrancó ya un empate del Camp Nou, pareció entender mucho mejor que el Barça la trascendencia del partido. Bien colocado en defensa, no cedió ni un palmo a los delanteros locales, entre los que se destacó la insistencia de Ousmane Dembélé, mucho más activo (no siempre acertado) que Memphis pero poco acompañado por la suerte.
Apenas avisó dos veces a puerta el Barcelona, salvando Jeremias Ledesma un disparo raso de Dembélé antes de evitar un remate de Memphis, mientras que la fortuna aún sonrió a Ter Stegen, que vio como Lucas Pérez, poco antes de la media hora, disparaba fuera un remate franco tras un jugadón monumental de Rubén Sobrino.
Con mayor dominio pero poca consistencia se llegó al descanso, convencido el equipo de Xavi de estar en disposición de, atendiendo a su mayor calidad, desnivelar el resultado a favor. Inimaginable lo que se le venía encima...
GOLPE
Xavi avisó en la previa que una de las cosas en que debía mejorar el Barça era en la entrada al juego. Mostrar tensión máxima desde el principio, lejos de la imagen desangelada que en más de una ocasión se ha visto. Pero sus jugadores, a lo visto, no aprenden y este lunes volvió a quedar de manifiesto.
Apenas se llevaban tres minutos de la segunda mitad cuando un error infantil de Alba en la salida de balón desembocó en un centro al área que la defensa se quedó mirando para que Sobrino rematase a boca de gol, salvase milagrosamente Ter Stegen... Y rematase a la red Lucas Pérez mientras los jugadores locales seguían observando qué pasaba.
Indigno en la concentración defensiva, el golpe fue duro para el Barça y, como se suponía, el 0-1 dio paso a un partido totalmente diferente. El Cádiz retrasó líneas, no dejando ningún espacio y esperando pacientemente. Imaginaba algún contragolpe mortal y definitivo mientras el desespero se iba adueñando del Barça y del público, cada vez más protestón con un árbitro cuya inrerpretación no fue siempre la más lógica.
El juego se fue haciendo más áspero a cada minuto que pasaba, sin que Frenkie de Jong diera señales de vida y agradeciendo a la providencia Ter Stegen que Álex Fernández, en una de las contras gaditanas, rematase fuera un centro medido de Sobrino.
Más cerca del KO que de la redención, después que Aubameyang entrase por Memphis, Xavi llamó a su solucionador de urgencia, Luuk de Jong para que obrase el milagro, que apenas entrar ya rozó con un cabezazo que salvó Ledesma. Sin orden, con cuatro delanteros y a la desesperada, el Barça sabía que precisaba remontar, no simplemente empatar, para no meterse en problemas. Y el tiempo se le echaba encima.
Tanto que acabó sin dar una a derechas, desubicado, atacando de cualquier manera y buscando ni que fuera el empate a través de una heroica que en azulgrana pocas veces le da resultado. Este lunes no... Ni con siete minutos de alargue le bastó para evitar tener que mirar a la clasificación más hacia abajo que hacia arriba.
Porque de pensar en el título, de pronto, el Barça ya puede empezar a pensar, con nervios, en asegurar un puesto de Champions.