Marca informa que el PSG podría ser campeón este mismo miércoles si mejora el resultado del Marsella, equipo al que ya aventaja en 15 puntos y al que venció en un Clásico bastante áspero en líneas generales. Si la Ligue 1 ya estaba sentenciada, ahora todavía más con el triunfo de los parisinos, que se adelantaron por medio de Neymar e hicieron el 2-1 justo antes del descanso gracias a Mbappé, que no realizó su mejor encuentro a pesar de haber marcado el tanto de la victoria.
El once de Pochettino vaticinaba que el PSG iba con todo al último partido de envergadura que le quedaba esta temporada. El técnico argentino juntó, como no podía ser de otra forma, a Messi, Mbappé y Neymar en ataque y no tuvo ningún reparo en sentar a Sergio Ramos, que, aunque había disputado los dos últimos partidos del PSG, su estado físico todavía estaba justo para un encuentro de esta magnitud. El Parque de los Príncipes decidió olvidarse los últimos episodios en Champions y alentó a su equipo desde el primer minuto.
El Clásico comenzó con mucho ritmo. El PSG llevó la voz cantante a través de posesiones muy largas mientras que el Marsella replegaba, aunque lo hacía bastante lejos de la portería de Pau López, invitando a su rival a arriesgar con los pases y a salir siempre por las bandas. De hecho, esa conexión Neymar-Nuno Mendes fue, de largo, lo mejor del líder de la Ligue 1 en la primera mitad.
Se adelantó pronto el PSG con un tanto de Neymar, que marcó su sexto gol en los últimos tres partidos y firmó la amnistía definitiva con el público del Parque de los Príncipes, ese que le había pedido salir hace poco más de un mes y que ovacionó constantemente cada acción del brasileño. A partir del 1-0, el Marsella fue, poco a poco, asentándose en campo rival, aunque el hecho de jugar con un falso 9 (Payet) le restaba efectivos en el área rival.
Aunque el PSG estaba defendiendo bastante cómodo, una mala salida de Donnarumma dio vida a los de Sampaoli, ya que Caleta-Car empató el encuentro en un córner en el que el italiano volvió a salir señalado. Con el empate, el guion inicial volvió a ser el mismo. El PSG atacaba, Messi marcaba dos goles que fueron anulados por fuera de juego, Neymar tenía un mano a mano con Pau López y, justo cuando el colegiado iba a señalar el descanso, un pase de Neymar impactó en la mano de Rongier y el VAR rectificó la decisión del árbitro. Mbappé, insípido en el primer tiempo, marcó el 2-1 que daba otra vez ventaja a los de Pochettino.
Obligado a reaccionar, Sampaoli dio entrada a Harit nada más comenzar el segundo tiempo para intentar ser más profundo en la banda derecha. Sin embargo, el problema del Marsella seguía siendo el mismo: jugaba sin delantero. Los ataques del conjunto marsellés en el segundo tiempo fueron exactamente idénticos a los del primero, moviendo el balón de lado a lado, pero sin profundidad y sin amenazas en el área. El encuentro se anestesió y el PSG pudo sentenciar definitivamente en una genialidad de Messi para Mbappé, pero el de Bondy marcó en fuera de juego.
El final del encuentro no fue apto para cardiacos. Aunque el ritmo del partido había decaído, el Marsella volvió a generarle peligro al PSG a balón parado. Esta vez fue en los minutos finales, esos que tantos puntos le han dado a Pochettino esta temporada y que pudieron quitárselos en el Clásico. Saliba mandó a la red un gran centro de Payet y, aunque en principio era legal, el VAR rectificó y decretó fuera de juego. Una victoria definitiva para el PSG en el devenir de la Ligue 1, pues ya son 15 los puntos que aventaja al Marsella con 18 todavía por disputarse.