Excélsior informa que aunque ha hecho historia para el deporte nacional, Donovan Carrillo no tiene asegurada su beca a largo plazo, pues esta se encuentra sujeta a su desempeño en el próximo Campeonato Mundial de la especialidad, mismo que se realizará en Francia durante el mes de marzo.
De acuerdo con Ana Guevara, directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Donovan “todavía tiene que ir al Mundial, y tendríamos que ver cómo culmina esta competencia para decidir qué monto de beca se ajustaría. En este momento Donovan sigue teniendo los 30 mil pesos, que fue el criterio que se utilizó para los clasificados a Juegos Olímpicos. Después del Mundial ya veremos cuál es su monto”.
Guevara aseguró que será “será el ranking a final de cuentas lo que lo determine (el monto de la beca), pero en este momento no hay ningún impedimento para que Donovan siga con esos apoyos”.
Dichas declaraciones se dan después de que Donovan Carrillo hizo historia en los pasados Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, pues además de que cortó una racha de 30 años sin un patinador nacional en esta justa, también se convirtió en el primer representante mexicano en una final de su disciplina.
El finalista olímpico Carrillo reconoció al doble campeón mundial el español Javier Fernández como su modelo y le agradeció sus elogios. “Para mí significa mucho escuchar las palabras de un patinador al que yo crecí admirando, es una motivación extra para dar lo mejor de mí”.
Carrillo, de 22 años, dio la nota destacada de América Latina en la final de patinaje artístico al colocarse en la final y competir en ella sin limitaciones, pese a llegar de un país sin nieve ni tradición en su deporte, lo cual fue elogiado por Fernández, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018.
“Ojalá tuviese las mejores condiciones de entrenamiento. Tiene una forma de patinar y una forma de expresar muy llamativas”, señaló Fernández, lo cual el mexicano tomó como una palmada en el hombro, de impulso para superarse a sí mismo rumbo a los Olímpicos de Milán 2026.
El deportista mexicano reconoció que ahora su mente está centrada en crecer y cumplir su mejor resultado dentro de cuatro años, cuando tendrá madurez y, según espera, será un patinador capaz de provocar mayores emociones que las provocadas en Pekín.
“No nos hemos puesto límites; nos hemos dejado sorprender por nuestro trabajo. En estos cuatro años espero hacer vibrar más al país que lo que vibramos esta vez”, agregó.
Además de su calidad, Carrillo impresionó en los Olímpicos por su carisma y la alegría al ejecutar un programa complejo con el cual no desentonó ante los mejores del mundo, a pesar de tener mucho menos camino recorrido.
“Agradezco a mi entrenador, Gregorio Núñez; confió en mí desde cero, cuando era un niño inquieto que le gustaba tomar velocidad sin frenar y se estampaba contra las bardas como moscas en los parabrisas. Me apoyó igual que mi familia, que me dejó soñar”, agregó.
Núñez explicó que la meta inmediata es aumentar el grado de dificultad del programa de Donovan, quien tiene margen de crecimiento, y confió en la llegada de apoyos para poder trabajar al nivel del que lo hacen los mejores del mundo.