ESPN informa que ni de penalti -fallado en el minuto 20, lanzado fuera- ni de cabeza ni con el pie ni de chilena ni dentro ni fuera del área logró Cristiano Ronaldo el gol que tanto buscó durante dos horas para el Manchester United contra el Middlesbrough, una categoría por debajo, en la cuarta ronda de la Copa de Inglaterra en Old Trafford, decidida a favor del conjunto visitante en los penaltis, al decimosexto lanzamiento, fallado por Elanga, entre la increíble falta de eficacia del astro portugués, Bruno Fernandes o Marcus Rashford y en la reaparición de Paul Pogba, que disputó 82 minutos.
No fue la noche de CR7, peleado con el gol, con la destreza más imponente y más extendida de toda su carrera. A veces por las paradas de Lumley, otras por la falta de pegada que evidenció este viernes, frustrado siempre por una secuencia interminable de remates fallidos, sin encontrar el bien más preciado del fútbol, para él y cualquier equipo: los goles.
Sólo acertó Jadon Sancho, en el minuto 25. Un pase de Bruno Fernandes lo habilitó ante la defensa contraria. Su tiro cruzado, beneficiado por un rebote en un rival, fue el 1-0 para el conjunto inglés, que no intuía que ese iba a ser el único gol a su favor de todo el encuentro, por más remates que intentó a lo largo de los 120 minutos de juego: 30. Nueve de ellos dirección a portería. Y sólo un gol.
Su adversario sobrevivió hasta los penaltis porque Cristiano y el Manchester United lo permitieron. También Marcus Rashford. O Bruno Fernandes, que, con 1-1, falló un gol que no admitía duda, con el portero descolocado, hasta que el fenomenal futbolista portugués lo estrelló en el palo.
Con un poco más de efectividad, con un porcentaje más o menos decente de acierto, el partido habría estado finiquitado sin discusión mucho antes de que el Middlesbrough hubiera pensado en alguna opción de empatar.
Lo aprovechó el bloque visitante. Su primera ocasión fue al inicio del segundo tiempo, con un remate de Jones despejado por Henderson; su segunda fue el 1-1, con el control de Watmore, ayudado por una clara mano (el árbitro concedió el gol), y un tiro picado que habilitó el tanto de Crooks, lanzado para remachar.
Fue suficiente para provocar la prórroga, inevitable para el United por más que lo intentó, por más que promovió el gol de la victoria en la portería contraria. En el tiempo extra perdió a Jadon Sancho, con molestias musculares y reemplazado por Juan Mata, y confirmó todo lo que había sucedido antes, que no había forma de marcarle el segundo gol a su oponente. Incluso Henderson salvó su empate. Los penaltis dictaron sentencia: clasificaron al Boro. No era la noche del equipo de Ralf Rangnick.
En el partido reapareció Paul Pogba, lesionado el pasado 8 de noviembre y listo para la vuelta a la competición cuando asoman los octavos de final de la Liga de Campeones y el Atlético de Madrid, el próximo 23 de febrero en el estadio Wanda Metropolitano en el encuentro de ida. La vuelta será en Old Trafford, hoy territorio del Boro.