El Universal informa que a la Selección Mexicana no le pasa nada, es más, después del triunfo 1-0 de hoy ante Panamá, pareciera que es el arranque de las eliminatorias, como si más adelante hubiera chance de recomponer y olvidar el mal paso del equipo.
Pero no es así. El equipo de Gerardo Martino sigue sin concretar, sin generar peligro, sin hacerse a la idea que es en el Estadio Azteca donde deben conseguir la mayor cantidad de puntos en la eliminatoria.
El mejor hombre del Tricolor era el Chucky Lozano, pero tuvo que salir de cambio en el complemento, en camilla, ante la mirada del ‘Tata’ Martino que al borde del área manoteaba, se agarraba la cabeza y daba algunas indicaciones.
En el primer tiempo, apenas con dos minutos, Panamá ya había generado la primera de peligro. El cronómetro avanzaba y a pesar de que México también llegaba, las de más peligro eran de los visitantes.
Tiraba Chucky, lo mismo Raúl, incluso Alexis Vega, pero como en el partido pasado ante Costa Rica, no había gol.
Para la segunda mitad, el Tata Martino no hizo modificaciones, Panamá sí.
A los 46 minutos Raúl Jiménez, después de una jugada que armó Lozano, metió el balón a la portería canalera, pero el marcador no se movió porque la esférica había salido en el pase del Chucky y tras la revisión en el VAR el tanto quedó invalidado.
Panamá llegaba de nuevo, exhibía por ocasiones las carencias al medio campo del equipo mexicano, pero sin llegar a nada.
Y llegaron las malas noticias. El Chucky tuvo que salir de cambio, lesionado y la presión encima del técnico y los demás futbolistas.
El reloj estaba cerca del fin cuando un penalti apareció. A los 78 minutos Diego Lainez (que entró por Lozano) fue derribado dentro del área.
Momentos después Raúl Jiménez lo anotó y le salvó la noche a Martino y a los pocos aficionados que entraron al Estadio Azteca.
México ganó, apenas 1-0 ante Panamá, con un equipo que no convence, que no anota y que tiene en puerta el Mundial en el que, (por el futbol mostrado), el quinto partido se ve más que lejano.
