Después del Buen Fin, la secretaría de Gobernación municipal, buscará que el comercio informal que pretenda instalarse en la época navideña en la vía pública, pague derechos esto directamente a Tesorería.

Lo anterior lo adelantó el titular, René Sánchez Galindo, quien precisó que el comercio establecido y el informal tienen temporadas fuertes de ventas, por ello se analizará cómo se trabajará.

“Todos sabemos que la temporada más fuerte para el comercio es la época decembrina y es muy amplia, pero no vamos a permitir que caiga en desorden”, advirtió el secretario.

E incluso aseveró que buscarán regular el ambulantaje, esto quiere decir que los informales paguen derechos pero que sea directo a Tesorería, al reconocer que no es una tarea fácil.

El encargado de la gobernabilidad en la capital, señaló que esto llevará su tiempo pero será por etapas para que logre un verdadero ordenamiento.

Precisó que el primer acuerdo al que llegaron con el comercio informal fue que para los 4 días en que se realizó el Buen Fin, fue que se mantuvieran las calles del corazón de la ciudad, libres de ambulantes.

Sánchez Galindo no descartó emitir permisos para el ambulantaje, pero comentó que esto tendrá que ser analizado en la comisión de Gobernación y tomar la mejor estrategia.

Por su parte, el presidente de la comisión de Desarrollo Económico de Cabildo, José Luis González Acosta, exigió a las autoridades municipales, continuar con las calles libres de ambulantes como sucedió en el Buen Fin.

En este sentido, destacó que los ciudadanos exigen que las calles del corazón de la ciudad estén libres del comercio informal.

Destacó que los comerciantes establecidos buscan reactivar su economía, por lo que con mecanismo como los implementados por las autoridades de los diferentes niveles se logra, siempre y cuando no exista la competencia desleal.

El regidor, indicó que no solo en estos días de la reactivación de la economía a nivel nacional, la secretaría de Gobernación, debe prohibir la instalación de ambulantes sino todo el año.

Fuente: Milenio