El presidente Eduardo Rivera Pérez indicó que el asesinato de la activista feminista Cecilia Monzón Pérez y la balacera en el Centro de Salud Francisco I. Madero durante la jornada de vacunación contra el COVID-19, fueron dos actos que influyeron de manera significativa en la opinión de la población sobre la inseguridad.

Esto con respecto al incremento de 11% de la percepción de inseguridad que arrojó la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, por lo que el edil capitalino sostuvo que es parte del clima de violencia que se vive en todo el país y del cual Puebla no es ajeno.

“No somos ajenos a la situación nacional y lo que vivimos en las noticias y escándalos que provocan delitos de alto impacto, de los cuales tampoco Puebla ha sido ajeno”, apuntó.

De igual manera, el primer regidor expresó que la metodología del INEGI solo aplica a las mismas 300 personas en diferentes periodos y que es entendible que derivado al clima de violencia que se vive en el país, al cual Puebla no es ajeno, esto se traduzca en estos resultados.

“Nos dimos a la tarea de investigar la metodología que lleva a cabo el inegi para medir la percepción de inseguridad y quiero comentarles que la encuesta que realiza el Inegi en Puebla capital solamente son 300 entrevistas”, señaló.

Rivera Pérez apuntó que los datos de la Fiscalía General del Estado y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública mostraron que la incidencia delictiva bajó entre un 4-5 por ciento en el municipio, como resultado del trabajo que se está llevando a cabo.