Más de un millón de pesos gastó el gobierno municipal de Puebla en paquetes de pruebas rápidas para detectar infectados de COVID-19 entre sus trabajadores, las cuales en el mercado se pueden conseguir a mitad de precio.
Según el contrato firmado el 31 de marzo pasado, cada caja adquirida con 25 pruebas, tuvo un costo de 8 mil 468.75 pesos; el municipio compró 120 cajas, lo que representó un monto total de 1 millón 187 mil 850 pesos.
No obstante, hay empresas que ofrecen el producto más barato, tal es el caso de Sistemas Especializados de Diagnóstico S.A. de C.V. (SEDSA), que en su catálogo digital muestra un precio de 3 mil 900 pesos por cada caja, es decir 54% menos.
En el contrato, que se realizó con el proveedor José Alfonso Vázquez Pérez, se especifica que es un kit de prueba respiratoria para la detección del virus SARS-CoV-2, cada uno contiene una tira reactiva, un tubo de tampón de extracción, hisopo estéril, película, capuchón de agua dispensadora e instrucciones de uso.
Esta prueba es un inmunoensayo cromatográfico rápido para la detección cualitativa de antígenos específicos del SARS-CoV-2 presentes en la nasofaringe, cuentan con una sensibilidad del 95.5% y especificidad del 99.2% y están aprobadas por COFEPRIS; los resultados se obtienen de 15 a 30 minutos.
El gobierno municipal ya había adquirido en diciembre 1 mil 400 paquetes de pruebas serológicas, con un costo de 609 pesos cada una, según información del portal especializado en transparencia, Con Los Ojos Abiertos, donde se especifica que las autoridades en materia de salud señalan que estas pruebas no son de utilidad para realizar un diagnóstico clínico de COVID-19, sobre todo por la variación de sensibilidad y especificidad.