Entre los tours virtuales que podemos disfrutar desde casa, respetado la cuarentena provocada por el COVID-19, existen escenarios de película que son además recintos históricos, museos antiguos e incluso que poseen algún tipo de maldición. Este es el caso del Castillo de Orava, el lugar donde se grabó la épica película muda Nosferatu, sobre el vampiro que atormentaba a los habitantes de un pequeño poblado y que marcó la historia del cine por representar la estética de del expresionismo alemán.
Te contamos más sobre su curiosa leyenda y las maneras en que puedes visitarlo en un recorrido virtual.
El Castillo Orava es considerado el castillo más hermoso de Eslovaquia. Fue construido en el siglo trece después de la invasión mongola a Hungría. Su diseño original de estilo gótico; fue reconstruido con una estructura neogótica. Destaca que parece salido de la literatura de terror: se alza sobre una imponente roca sobre el río Orava, el Oravsky Hrad; a través de un imponente paisaje boscoso.
Conocido también como el Nido de Águilas por su posición en lo alto del acantilado, este recinto cerca de la frontera con Polonia es uno de los favoritos de los turistas debido a su famoso pasado cinematográfico ya que ahí se filmaron algunas de las escenas de la película de 1922 Nosferatu: el lugar perfecto para representar al castillo transilvano del conde Orlok. Desde entonces haya aumentado su halo misterioso y se sucedan también las historias sobre apariciones del vampiro.
Existen dos maneras en que puedes conocerlo. La primera es a través de recorrer sus pasillos de piedra y acceder a sus miradores gracias a Google Maps, la plataforma del buscador más grande del mundo te permite entrar por los portones de este enorme castillo. (Ingresa aquí para comenzar el tour).
El famoso Castillo de Orava: hecho por el mismísimo Lucifer
La leyenda detrás de este recinto, además de ser hogar de un vampiro, es que los locales aseguran que un noble llamado Marek quedó tan impresionado con la cúspide rocosa cuando descendía navegando por el río Orava, que se dijo que en aquel lugar tan inaccesible tenía que construir su castillo; sin importar el costo, aunque eso incluyera la ayuda del diablo.
En ese momento se le apareció Lucifer y le ofreció un pacto: si lograba construir allí un castillo en siete días, Marek le entregaría su alma a los 77 años. El noble aceptó: no creía que fuese posible llevar a cabo tal apuesta. Así que el demonio puso manos a la obra. Pasaron los días y el demonio iba levantando el castillo a buen ritmo.
El último día la obra estaba casi concluida. Marek se dio cuenta y comenzó a sentir miedo; cayó de rodillas al suelo y se puso a rezar; mientras el diablo subía una última roc en la oscuridad de la noche. Dios al ver la escena se apiadó de Marek e hizo que cantase el gallo anunciando el nuevo día. Cuando vio que había perdido la apuesta, Lucifer, lleno de rabia, lanzó la roca con fuerza y esta quedó incrustada en el lugar: la Roca de Marek.
Aunque es una historia que los lugareños cuentan, lo cierto es que este Castillo es sede de uno de los museos más antiguos. En su interior hay distintas exposiciones permanentes de objetos históricos, etnográficos y de ciencias naturales. En la ciudadela, la parte más alta y antigua, se pueden contemplar los documentos de los primeros tiempos del castillo. Otra exposiciones atractivas son las de la capilla, la sala de los caballeros, la galería de pintura y la sala de armas.
Fuente: Dónde Ir
