Se puede decir que todo lo peligroso está relacionado con lo feo, pero este no es el caso. Estos lugares que a primera vista te van encantan por su belleza, tienen la característica de ser un riesgo para sus visitantes, de acuerdo con el sitio Travel Waits. Pero a pesar de todo, no dejan de atraer a los viajeros. Aquí te decimos cuáles son algunos de ellos...
Acantilados de Moher Es un mágico lugar en el Condado de Clare, Irlanda, candidato para pertenecer a las 7 Nuevas Maravillas de la Naturaleza. Cliffs of Moher (nombre en inglés), tiene una extensión de 8 kilómetros de acantilado y alturas que llegan a superar los 214 metros. Esta estructura rocosa natural tiene la particularidad de que en ella se puede observar la combinación entre el azul del mar y el verdor de los riscos, algo que lo hace totalmente único.
Se recomienda visitar los Acantilados de Moher en un día soleado y no muy ventoso, pues cuando hace viento es totalmente peligroso. Si el clima no está en sus mejores condiciones y llegas a terminar el sendero protegido con varillas, es muy probable que puedas tener un accidente. Incluso ha habido personas que mueren a causa de este tipo de clima. Por eso, es demasiado importante seguir las indicaciones y señalamientos, de esa manera no correrás peligro alguno.
Otro fenómeno extraño que se da en ese lugar son los suicidios. Así es, unos 20 suicidios se presentan al año. Se ha dicho que hay más muertes por esta causa que por accidentes de automóvil (esto en relación con el Condado de Clare).
¡Sabías que los Acantilados de Moher fueron escenario de la película Harry Potter y el misterio del principe? Aquí se realizó la escena de cuando Harry va con Dumbledore en busca de un horrocrux.
Valle de la Muerte
¡Que no te espante el nombre! En este Parque Nacional de Estados Unidos acuden casi 1 millón de personas cada año. En este sitio puedes hacer cabalgatas, ciclismo y montañismo. Lo incómodo es que este desierto es considerado uno de los más calurosos del planeta. Llega incluso a temperaturas de hasta 56.7 °C.
Seguramente terminarás fastidiado, con dolor de cabeza o insolado si no te hidratas o te proteges del sol, pero valdrá totalmente estar en este "infierno". El desierto cuenta con una zonas llamada "The Recetrack Playa", donde se dice que las piedras se mueven solas. A más de uno le entra la curiosidad de observar y saber por qué pasa ese fenómeno.
Lo más recomendable es pasar un par de noches en Death Valley para disfrutar de todos sus paisajes: dunas, salares, cañones y extrañas formaciones; además, tendrás una vista extraordinaria del cielo, con la Vía Láctea de protagonista.
El atolón Bikini
Situado dentro de las Islas Marshall en el océano Pacífico. A primera vista parece un lugar virgen, paradisiaco, con gran flora y fauna y aguas verdaderamente bellas. Pero ya lo dice el dicho "no todo lo que brilla es oro".
Al terminar la segunda Guerra Mundial y a consecuencia del inicio de la Guerra Fría, Estados Unidos continuó con la fabricación de bombas nucleares, pero necesitaban un lugar para poder realizar las pruebas. Los habitantes del atolón Bikini fueron desalojados en 1946 y llevados a otros atolones o islas que también forman parte de las Marshall. Hubo 67 explosiones nucleares, pero la más devastadora fue "Castle Bravo". Lanzada en 1954, esta bomba de hidrógeno de 15 megatones (mil veces más potente que la bomba atómica de HIroshima), alcanzó una radiación y contaminación de 11 mil kilómetros sobre sus alrededores. Esto provocó inmediatamente lluvias radiactivas y diferentes tipos de cáncer en personas que vivían en las islas y atolones de los alrededores.
Después de casi siete décadas, el atolón sigue con grandes niveles de radiación y se encuentra rodeada por restos de barcos de la segunda Guerra Mundial. Esto es un gran atractivo para los buzos experimentados, por eso existen expediciones organizadas para este tipo de viajeros, que deben seguir al pie de letra ciertas instrucciones por su seguridad.
La Unesco declaró este lugar peligroso para los turistas Patrimonio de la Humanidad en 2010, para recordar y darse cuenta como el hombre puede acabar con todo.
Mont Blanc
La montaña más alta de Europa Occidental, con sus cuatro mil 810 metros, se encuentra entre Italia y Francia y es un lugar visitado especialmente por alpinistas para la práctica de snowboarding.
Es verdaderamente peligroso querer realizar una de estas actividades en este sitio, el cual, ha cobrado la vida de al menos 100 personas cada año: más muertes en comparación con el Monte Everest, que solo ha causado la muerte de 400 personas desde 1920, según Travel Awaits.
Tienes que ser un deportista experto en alpinismo o snowboarding para elegir Mont Blanc como tu destino para practicar este tipo de actividades, aunque eso no te asegura que puedes salir totalmente ileso, ya que, Chloé Graftiaux y Karine Ruby, ambos expertos en alpinismo y snowboarding respectivamente y finalistas de campeonatos del mundo o Juegos Olímpicos de invierno, perdieron la vida en esta montaña.
Fuente: El Universal