Por el Planeta nos lleva a conocer la Isla Tiburón, la isla más grande de México y un sitio sagrado para los seris en la cuarta entrega de ‘Sonora, la piel del desierto’

En el Estero de San Rosa, frente a la Isla Tiburón, en la costa de Sonora, un grupo de mujeres seris cantan y danzan como lo hacían sus antepasados.

Este es último reducto de la Nación Comcáac, tribu seri que nunca se doblegó y que sigue luchando por la autodeterminación de su pueblo, orgulloso de ese pasado indómito.

Este es el territorio sagrado de los seris, que conciben al cielo, al mar y la tierra como hermanos mayores y los animales son el alma, cuya fuerza deviene del “Gran Espíritu”. es la Isla Tiburón, la isla más grande de México.

Desde la sierra hemos bajado hasta la costa de Sonora, donde el desierto y el mar se encuentran. Pocos imaginarían que estos paisajes también forman parte de ese ecosistema.

Con la autorización del Gobierno Seri, en Bahía de Kino, nos embarcamos hacia la Isla Tiburón, que, durante años, fue el refugio para este pueblo guerrero, pescador, recolector, con vocación artesana.

Los conquistadores trataron de aniquilarlos, los mestizos los persiguieron durante años, casi al punto del exterminio, la Nación Seri, ha logrado sobrevivir y la Isla Tiburón es uno de sus tesoros mejor guardados.

En la isla existe actualmente una población establecida de borrego cimarrón.

El naturalista Ramón Castellanos ha participado en los censos aéreos del borrego cimarrón en la Isla Tiburón. En sus imágenes se observa la cornamenta de un macho adulto que es realmente espectacular.

Se estima que en Isla tiburón existe una población de 800 borregos cimarrón. Los seris tienen permiso para el aprovechamiento, de manera sustentable, de 12 ejemplares de borrego cimarrón al año. El problema es que a la Isla Tiburón también llegan los cazadores furtivos.

La llamada ‘cachora’, es una lagartija de collar. Los colores de su piel son realmente son llamativos, es una especie que habita principalmente en las montañas rocosas. Se alimenta de gusanos, insectos y ratones jóvenes.

La noche nos sorprende mientras avanzamos sobre las quebradas. Estamos en el corazón de la Isla Tiburón.

Grabamos con una cámara especial que nos permite distinguir la vida silvestre sin la necesidad de usar luz artificial.

La llamada liebre antílope es una especie endémica de la Isla Tiburón, sujeta a protección especial en México. Se distingue por sus largas orejas sin pelo y su gran tamaño, de hecho, es una de las especies de liebres más grande de Norteamérica.

De pronto observamos que algo se mueve entre la maleza, que pareciera dar pequeños saltos. Tenemos suerte, es la llamada rata canguro, a la que parece no importarle nuestra presencia. El rasgo más característico son sus patas traseras que son más largas que las delanteras y con las que se impulsa dando saltos.

Vamos en busca del mayor predador de la Isla Tiburón, el coyote, aunque es más común escucharlo que verlo.

Colocamos carnada para intentar registrar la presencia de coyotes en Isla tiburón, que se ha vuelto casi en una plaga. Está depredando a las crías de venado bura y las crías de borrego cimarrón, sin embargo, para la Nación Seri, son seres sagrados.

"¡Ahí está! Se muestra cauteloso, se acerca a la carnada, come un poco y regresa a esconderse entre la maleza. Por el viento, es probable que ya nos haya olido, pero permanecemos en silencio. Debe medir poco más de medio metro de altura. Generalmente cazan solos, pero cuando se ‘emparejan’, lo hacen de por vida. y se adaptan a comer de las fuentes de alimento disponibles”.