Psychology Today dio a conocer que muchas mujeres consideran que el sexo es la forma más profunda de amor y conexión, y muchas mujeres son muy sexuales. Mientras que el orgasmo de los hombres puede ser más rápido, el de las mujeres es a menudo más poderoso; la increíble capacidad de placer de las mujeres puede incluir orgasmos múltiples. Sin embargo, a menudo, la manera en la que las mujeres experimentan y expresan su sexualidad es muy diferente a la de sus parejas masculinas. (Ver "Cómo se sienten realmente los hombres con respecto al sexo") A continuación se presentan algunas de las maneras más comunes en las que las mujeres pueden diferir de los hombres:

1. El sexo comienza en la mente.

A menudo, los hombres se decepcionan porque las mujeres no desean el sexo tanto como ellos. Pero el cuerpo de las mujeres es muy diferente a nivel hormonal. La testosterona causa deseo fisiológico en ambos géneros, pero en diferentes grados; en proporción, el impulso hormonal masculino es un grito fuerte y el de las mujeres es un susurro. Lo que enciende los motores de las mujeres es fantasear, recordar e imaginar sexo caliente. Por lo tanto, en tiempos de enamoramiento, es decir, cuando una mujer está constantemente pensando en estar con su pareja, su apetito sexual es alto y excitarse le resulta fácil.

2. El sexo se trata de ser deseado.

La investigadora sexual Meredith Chivers dice que para las mujeres, "ser deseada es el orgasmo". Ver a un hombre atractivo puede causar un pequeño pico de excitación en una mujer (algunas mujeres son más visuales que otras), pero lo que realmente impacta su cerebro es la reacción de un hombre con respecto a ella ("¿Pensará que soy sexy?"). Saber que su hombre la desea enciende su imaginación y crea pensamientos calientes en su cerebro. Así como los hombres esperan mucho sexo después del matrimonio, las mujeres esperan mucho romance y de manera continua para mantener su deseo sexual.

3. El sexo es un paquete mixto.

La mayoría de las mujeres aman el sexo, pero el cansancio, el resentimiento, los problemas fisiológicos del dolor o la menopausia pueden descarrilar su deseo fácilmente. De hecho, según la terapeuta sexual Emily Nagoski, ya que no cuentan con el conductor fisiológico de la testosterona, una de las tareas principales de las mujeres es apagar los "frenos" internos, es decir, las distracciones causadas por lavar la ropa, los niños y el trabajo o las voces inhibidoras en su interior que le dicen que no, debido a su historial o religión. A menudo, las mujeres van a la cama con alguien con la idea de pasar un buen rato, pero sin querer o necesitar sexo, hasta que se excitan. Además, llegar a la cima de la excitación puede ser un viaje accidentado; para muchas mujeres puede tardar hasta 45 minutos. Para las mujeres, experimentar orgasmos regulares no es tan fácil como lo es para los hombres, pero es necesario para mantener el deseo. Por lo tanto, mientras que a los hombres les encanta la variedad, las mujeres pueden preferir una posición o rutina probada y certera, ya que garantiza su placer y les permite relajarse.

4. El sexo es contextual.

Mientras que muchas mujeres aprenden lo que es un orgasmo a través de la autoestimulación, una gran proporción comienzan su vida sexual estando en una relación o mediante un encuentro sexual aislado. Es posible que la primera vez que las tocan de manera íntima sea mediante otra persona, mientras que casi todos los hombres comienzan sus vidas sexuales a través de la masturbación. Sentir el deseo sexual es, en esencia, la forma más cruda de vulnerabilidad: querer que nuestro amante nos toque y nos brinde placer es experimentar necesidad. A menudo, los altibajos de las relaciones hacen que las mujeres apaguen su deseo y protejan su corazón, algo que los hombres no hacen o no pueden hacer debido a su impulso biológico. La necesidad de las mujeres de sentirse seguras a nivel emocional antes del momento sexual no debe subestimarse. El romance y la seducción son formas mediante las que, tanto hombres como mujeres, pueden cocrear un contexto para tener relaciones sexuales que ayude a la mujer a olvidarse de las tarea diarias y de su lista mental de cosas por hacer y la lleve a un lugar de vulnerabilidad.

5. El sexo es un elemento del amor.

El sexo, hablar, pasar el rato, trabajar juntos, administrar un hogar y una familia en equipo, sentirse apreciada, celebrar festividades, dar y recibir regalos y el afecto pueden ser componentes del amor para una mujer; el sexo es una parte del todo, no el factor definitorio. Para una mujer, hacer el amor puede emanar del cariño que siente en la relación, pero esa no es necesariamente la fuente del deseo.

6. El sexo es la manera en la que las mujeres demuestran amor.

No estoy insinuando en absoluto que las mujeres estén obligadas a tener relaciones sexuales cuando no lo desean pero, a veces, ellas reconocen la necesidad de su pareja de tener relaciones sexuales y, a pesar de su propia falta de inclinación, pueden querer satisfacer esa necesidad. Si la relación es cálida y hay buena voluntad, esta ofrenda puede considerarse un verdadero regalo de amor. Se pueden frustrar los esfuerzos de la mujer cuando su pareja insiste: "¡Pero quiero que lo quieras!", porque el hombre no tiene en cuenta el motivo de amor, e insiste en que el deseo sexual debe ser el verdadero ímpetu. Sin embargo, debido a que, a menudo, las mujeres sienten deseo después de la excitación, ellas también se alegran de estar haciendo el amor. Algunas mujeres encuentran una profunda satisfacción en las relaciones sexuales, incluso si no alcanzan un orgasmo. Mientras que la mayoría de las veces queremos sentir que estamos en la misma sintonía con nuestra pareja antes de tener sexo, a veces, el sexo es lo que nos pone en esa misma sintonía.

Tanto hombres como mujeres necesitan sentirse profundamente conectados con su pareja para ser felices. Pero, a menudo, el punto de partida es diferente. La combinación de intimidad emocional e intimidad sexual lleva a un matrimonio o una pareja apasionada.