Verdades y mentiras sobre el sexo

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 03-10-2019

A estas alturas de la película (erótica), tú ya sabes que el tamaño no importa, que todas las mujeres tienen fantasías con otras mujeres o que los gays son más promiscuos… ¿verdad? Pues no, no es verdad. Pero como sería razonable que en cuestiones sexuales no te fiaras de nosotros (lo entendemos, te hemos enseñado a fabricar condones caseros), hemos decidido preguntar por todos estos tópicos erótico festivos a una auténtica experta en la materia: Valérie Tasso. Escritora, sexóloga e investigadora, Valérie es una voz más que autorizada en la materia. Nos citamos con ella en un evento de la firma de juguetes eróticos de lujo Lelo (de la que es embajadora en España), en la nueva tienda que Lys Erotic Store acaba de abrir en pleno corazón de Madrid (c/ Corredera (qué casualidad) Baja de San Pablo, 8). Nos sentamos en un pequeño rincón y allí, rodeados de vibradores, masajeadores de próstata y succionadores de clítoris, le pedimos que nos aclare la veracidad o la falsedad de los 15 tópicos sobre sexo más buscados en Internet. Empezamos la orgía de frases hechas...

1. Los hombres piensan más en sexo que las mujeres.

Falso. El deseo de la mujer siempre ha estado infravalorado porque no interesaba. Históricamente, cada vez que una mujer ponía de manifiesto su deseo, acababa en guerra: Helena de Troya, Pandora... Nos han capado durante siglos y siglos, han intentado incluso de alguna manera explicar que el deseo femenino era histeria. La palabra histeria viene de hystera, útero en griego, una especie de bicho que te comía por dentro. En el siglo XIX, cada mujer con deseo sexual era llevada al psiquiatra, que la masturbaba a través de chorros de agua, con las manos o incluso con el primer vibrador, era un tratamiento. Fíjate cómo nos han tratado.

2. El tamaño no importa.

Cierto. No importa absolutamente nada, para empezar porque el sexo está en el cerebro. Muchas mujeres te van a decir lo contrario, y entiendo que el tamaño pueda importar en casos muy concretos. Pero en general, si las mujeres no tenemos orgasmos vaginales, ¿para qué queremos un tamaño grande o pequeño? Da igual, mientras nos estimulen el clítoris.

Pero hay dos tipos de orgasmos, ¿no?

No, eso viene de Freud, él distinguía dos tipos de mujeres y es terrible porque lo seguimos arrastrando a día de hoy. Conozco mujeres de cierta edad que han tenido que fingir orgasmos vaginales porque si no se tambaleaba su relación de pareja. Para él la mujer madura era la que tenía orgasmos vaginales, y la mujer inmadura, que era la chiquilla, solamente sentía placer a través del clítoris. Freud es uno de los grandes, ha aportado muchísimo, pero ha hecho mucho daño en cuanto a sexualidad femenina. Decir que existe un orgasmo vaginal justifica la penetración, cuando realmente no necesitamos la penetración. Os podéis ir a dormir, no os preocupéis. Quiero que lo pongas tal cual, eh. Freud, sin quererlo en el fondo, reivindicaba de alguna manera el coitocentrismo, el falocentrismo, diferenciando estos dos orgasmos.

3. Los preliminares son fundamentales

Es que no entiendo esa palabra. Preliminar significa “antes del umbral, antes de la puerta”. ¿El umbral de qué? Volvemos a la sociedad coitocéntrica o falocéntrica, que entiende que el umbral es ponernos a tono para luego tener una penetración. Pero los preliminares no existen, todo es preliminar, todo es sexo. Que empiecen a jugar contigo no significa que sea un preliminar, eso es sexo puro y duro, sexo en sí mismo, si entendemos eso ya hemos entendido todo. Pero no, siempre está de fondo la penetración como fin.

4. El buen amante responde al perfil de empotrador

Vamos a ver, de vez en cuando... ¡pon un empotrador en tu vida! El empotrador es absolutamente fundamental, pero muy, muy, muy de vez en cuando. Porque el buen amante no es un empotrador, en el fondo responde a un tipo de imagen de hombre que nos hemos creado en la fantasía. Evidentemente, ¿a quién le amarga un dulce contra la pared a lo bestia? Yo soy la primera en reivindicar al empotrador. Pero tampoco hagamos del él la panacea del amante, porque no lo es. El buen amante entiende más de tiempos y del gozo del otro que del suyo propio.

5. El porno es el principal enemigo de una relación

Falso. Estoy harta de esto. Una persona con dos dedos de frente sabe perfectamente diferencias lo que es ficción. Yo a los 15 años consumía porno y sabía lo que estaba viendo, la gente echa mierda sobre el porno en lugar de intentar entender que también tiene una parte muy buena. Yo lo utilizo mucho en consulta con mis pacientes, con gente que por ejemplo ha perdido el deseo. Tú miras porno y yo también, los dos sabemos perfectamente que esto es ficción, y si no es que somos imbéciles. Decía McKennon, que es una profesora de EEUU que dice ser feminista pero que yo creo que odia profundamente a los hombres, que el porno es la teoría y la violación es la práctica. Perdona, es que vamos muy lejos. Todas mis parejas que han mirado porno jamás han violado a nadie.

6. Un hombre se excita más fácilmente que una mujer

¡Mentira! ¡Pero por Dios!

A mí no me regañes, que no son frases mías

Perdona, perdona, que soy muy vehemente. Volvemos a lo de antes: todo está en la cabeza. Ahora mismo me encuentro con hombres con el deseo sexual hipoactivo. Antes era realmente un problema de la mujer, pero ahora estamos en una sociedad hipersexualizada en la que realmente se está pidiendo gozar como imperativo. Si yo soy mujer tengo que eyacular, ser multiorgásmica, absolutamente asequible, etc, etc... Y vosotros tenéis que ser unas máquinas. Hablo de relaciones hetero. El tipo de erotismo que te venden no corresponde con lo que tú eres realmente. Y esto está haciendo mella en la sexualidad. Y decir que los hombres se excitan más fácilmente que las mujeres es falso, y más hoy en día con todo ese emporramiento de la mujer...

Empoderamiento supongo, emporramiento tiene más que ver con fumar porros...

(Se ríe) Lo que acabo de decir... Perdona, soy francesa, nadie es perfecto. Eso, con este empoderamiento de la mujer ya no tenemos miedo a reivindicar nuestro deseo. Es más, de alguna manera hay un cambio de rol. Antes éramos deseables nosotras y vosotros deseantes, y ahora tengo la sensación de que se han cambiado los papeles. Y esto tampoco es bueno. Cambian los roles, pero en el fondo no cambia nada, solo la víctima y el verdugo.

7. La clave de todo está en el punto G

Falso. El punto G está sobrevalorado. Yo realmente encontré mi punto G con 45 años. Y tengo 50. Estuve buscándolo e incluso me puse en contacto con un médico en EEUU que ponía colágeno en el punto G para abultarlo más y que fuera más fácil localizarlo. Existe pero… ¿por qué no nos dejamos de hostias de una vez y disfrutamos? ¿Por qué tenemos que estar tan pendientes de lo que dicen las revistas, sobre todo las femeninas? Ya basta. Y te hago una confidencia: un orgasmo con el punto G no es mejor que un orgasmo con una estimulación de clítoris a nivel externo. Es diferente, pero no más plancentero. La gente cree que el punto G es el santo grial, todos los estamos buscando. Y la sexualidad es mucho más sencilla, piensa en tu placer y déjate de tonterías.

8. Hay más hombres infieles que mujeres infieles

¡Por Dios! ¡Otro tópico! Falso. Otra vez la mujer puta, la mujer santa. Estamos con esta dicotomía permanentemente. Cuando te encuentras una mujer infiel, es una golfa, mientras que el hombre adúltero es un machote, con un éxito social impresionante. Además, para ser infiel (hablando de relaciones hetero) también hay que estar con una mujer, entonces, ¿qué pasa?, ¿que todas esas mujeres con las que son infieles los hombres están solteras? Venga, va.

9. Los hombres se masturban más que las mujeres

Mentira. Lo que sí es cierto es que tenéis una ventaja muy grande. Cuando a nivel hormonal empezáis a despertaros, tenéis un sexo muy a la vista. Nosotras necesitamos buscar. Tenemos un sexo donde todo es....

En ese momento se acerca una persona de la tienda a la salita donde estamos y pregunta: “¿Estáis bien de temperatura?”. Valérie responde: "Sí cariño, estamos hablando de masturbación, ¿cómo no vamos a estar bien?". Luego me mira: "Esto ponlo también, ponlo. Bueno, como te decía, los hombres no se masturban más que las mujeres, otra cosa es que lo hablemos menos. Todos y todas nos masturbamos. Lo que pasa es que los hombres tenéis un sexo muy a la vista, muy fácil, te coges el pene en la mano y empiezas a jugar. Nosotras lo tenemos más complicado, no nos enseñan cómo es nuestra vulva, tenemos que descubrir. Puede ser que nos masturbemos más tarde. Pero una vez que empezamos y hemos dado en el punto....

10. Los homosexuales son más promiscuos

Mentira. Este tópico estigmatiza mucho a los homosexuales y no me gusta nada. Conozco muchas parejas de homosexuales, de hombres y de mujeres, que son maravillosos y fieles, y parejas heterosexuales que intentan ser abiertos pero no funciona y van cada uno por su lado... Esto es una manera de condenar la homosexualidad. Espero que este tipo de tópicos desaparezcan de verdad, porque no son ciertos y porque hacen daño. Parece que los homosexuales están follando todo el día, ¡que no!

11. Las mujeres heterosexuales tienen más fantasías con personas de su mismo sexo que los hombres heterosexuales

No podría generalizar, porque no sería verdad. Lo que sí te puedo asegurar es que las mujeres hetero tenemos fantasías muy bestias. Evidentemente entra la fantasía lésbica, por supuesto, pero no es la que más. Es más común la violencia. La fantasía responde a una pregunta muy importante: ¿qué soy capaz de imaginar? Otra cosa es el deseo: ¿qué quiero hacer? Mezclamos ambas cosas, pero son distintas. Te doy un ejemplo, yo puedo fantasear con matarte porque me has hecho una pregunta que me ha puesto en un compromiso, pero solo será una fantasía, lo que quiero es salir adelante de esta entrevista. Eso es lo que deseo, aunque fantasee con estrangularte ahora mismo.

12. La mujer tarda más en alcanzar el orgasmo que el hombre

Depende de cada una y de cada uno. He conocido de todo. Otra vez estamos pintando a la mujer como lo más complicado del mundo. Yo siempre digo que el hombre es un animal que bebe agua y la mujer es un animal que bebe té. El té requiere de cierto ritual. Eso no significa necesariamente que no disfrutemos del té inmediatamente.

14. Los juguetes sexuales son para mujeres

¿Tú has visto el catálogo de Lelo? Hay unos masajeadores prostáticos maravillosos, que además irían muy bien para el tipo de público que lee Esquire, porque hay muchos tópicos alrededor del masaje prostático, como si fuera una cosa exclusivamente para homosexuales. Acabemos una vez con los prejuicios. Qué pasa, ¿que si te empiezan a masturbar analmente te vas a replantear tu sexualidad? No tiene ni pies ni cabeza. Un buen masajeador prostático, a la velocidad adecuada (no hace falta ponerlo a toda hostia) es descubrir un nuevo mundo…

Fuente: Esquire

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