Una relación sexual es un acto íntimo físico en el que se busca dar y recibir placer. Y aunque su fin es alcanzar la satisfacción plena, también es un momento intenso donde intervienen, de alguna u otra manera, las emociones.
Para algunas personas no hay ninguna diferencia entre tener sexo y hacer el amor, para otras, son dos situaciones totalmente distintas.
Existe gente que asegura tener solo relaciones sexuales, otros están convencidos de que únicamente saben hacer el amor, y no faltan aquellos que afirman que pueden realizar las dos cosas.
Ese debate, que ha existido desde siempre, ha dado lugar a muchas y diversas opiniones. En medio de ese debate, Elliot D. Cohen, psicólogo y director ejecutivo de National Philosophical Counseling Association (NPCA), de Estados Unidos, explica que sí existe una diferencia en ambas situaciones.
Para el especialista, hacer el amor “implica tener relaciones sexuales con sentimiento” en las cuales sí se involucran las emociones; pero tener sexo “no siempre es un acto de amor”.
Cohen ha explicado algunas diferencias entre ambas circunstancias. A continuación algunas de ellas.
Hacer el amor
* Se busca llegar a las emociones más profundas.
* Es un acto espiritual y sublime, el cual se desea compartir todo.
* Implica pensamientos y percepciones que unen los cuerpos y la mente.
* Su objetivo es lograr la satisfacción mutua.
* Disuelve el abismo entre el “tú y yo”, y se piensa en el “nosotros”. “Con este acto se comparten el alma, esperanzas, sueños y expectativas, pero sobre todo se renuncia por un instante a la separación que existe en la vida”, afirma Elliot D. Cohen
* Es un acto de sensualidad más que de sexualidad, por lo tanto, implica pasar todo el tiempo que sea posible juntos.
* En la cama se comparten tiempo, caricias y palabras románticas que hacen único el momento.
Tener sexo
* Solo existe el deseo del contacto con otro cuerpo. Únicamente hay estimulación física, provocada solo con tocar o frotar. No busca llegar a las emociones profundas como cuando se hace el amor.
* Es una relación netamente física.
* El lenguaje que se usa tiene como objetivo excitar a la otra persona.
* Se busca la autosatisfacción, no se piensa en gratificar a la contraparte. No importa si la otra persona está satisfecha, si tuvo orgasmos o si es feliz.
* Cualquier momento puede aprovecharse para tener un encuentro sexual; lo único que necesita es tener ganas.
* El tiempo que se emplea al tener sexo suele ser corto.