¿Sexo, después de cuántas citas?

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 01-09-2019

Hace poco publiqué una entrada sobre las implicaciones para que un encuentro pasajero se convirtiera en una relación consolidada. Parece una pregunta natural que se hace una pareja que le va bien después de enredarse sexualmente. Sin embargo, la mayoría de las relaciones, al menos las que yo conozco, no suelen empezar así y siguen rutas más estereotípicas.

Siempre he pensado que durante la soltería, cuando conocemos a una persona, la pasamos por una especie de escrutinio mental involuntario en donde analizamos qué tanto nos gusta y hasta dónde podríamos llegar con ella. No importa si es una colega del trabajo, amiga de un amigo o alguien aleatorio con quien coincidimos en un sitio. En ese instante, se activa un escáner que palomea las cualidades, tacha los defectos, para finalmente adjudicarle alguna categoría potencial: “conocida”, “amiga”, “amante”, “novia”, “esposa” o “prefiero no volverla a ver en mi vida”.

Pero movámonos hacia delante, a esa instancia en la que ya se decidió salir con una nueva persona y ella aceptó la invitación. De hecho, vayamos más lejos y situémonos en ese momento en el que ya han tenido por los menos un par de citas, pero aún existe una cierta ambigüedad en torno al rumbo que quieren seguir. Hay atracción, cumplidos y, quizá, algo de contacto físico. Entonces, ¿cuándo es un buen momento para tener sexo?

Lo primero que tenemos que considerar es que el sexo es esencial para seguir conociendo a la persona en cuestión. La química sexual es igual —e incluso más— importante que el resto de las conexiones que formamos, como la conversación, los gustos en común, los valores y el sentido del humor. Si una pareja no congenia en la cama, es probable que no tenga mucho futuro unida.

Ahora sigue decidir cuándo dar el paso. Yo sugiero no pensarlo demasiado y dejar que la situación fluya por sí sola. Planearlo solo generará demasiadas expectativas y nervios, en cambio, si solo ocurre, existen mayores probabilidades de que ese primer encuentro sea muy satisfactorio, divertido y espontáneo para ambos. Con eso en cuenta, hay que estar alerta a las señales físicas que se envían entre sí. Desde tomarse de las manos, hasta cuando los besos cobran mayor intensidad.

Hay lugares que propician mejor esos contextos. Por ejemplo, cualquier antro o club en los que todos los presentes solo están pendientes de sus propios asuntos. Son lugares públicos y neutrales, en los que no está mal visto toparse con una pareja besándose en la pista de baile o en un recoveco perdido. Esos momentos en los que la pasión arde son perfectos para hacer la sencilla propuesta: “¿Vamos a mi casa?”.

Si acepta, la misión está casi consumada y solo se necesita estar siempre preparado. Si no, hay que aceptarlo instantáneamente, no presionar y siempre preguntarle qué prefiere hacer. Recordemos que “no es no” sin importar los pormenores.

Por lo tanto, no creo que haya un número exacto de citas antes de llegar a la cama. Lo que sí puede hacer sonar ciertas alarmas es cuando dos personas no han tenido sexo y llevan, al menos, un mes saliendo juntas. En esos casos lo mejor es poner el tema sobre la mesa y aclararlo, a la primera oportunidad en el que se encuentran en un lugar íntimo y a solas. Las razones pueden ser miles, pero siempre es mejor conocerlas antes de seguir adelante.

Fuente: GQ

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