Un estudio viralizado en abril, coordinado por la Universidad de San Diego y publicado por la revista científica Archives of Sexual Behavior mostraba que los Millennials (nacidos en los 80 y 90) tenían menos relaciones que sus predecesores generacionales apenas cumplían los 18 años.
Con las respuestas de 26.707 estadounidenses concluyeron que un 15% de los jóvenes entre los 20 y 24 años habían confirmado no haber tenido ninguna pareja sexual desde que cumplieron los 18 años (la generación X la tenía en un 6% en ese mismo rango de edad). En otros países como Suecia, Japón, Holanda e Inglaterra, que han analizado el mismo fenómeno con estudios publicados en los últimos años, se ha llegado a la misma conclusión. Y si bien hay particularidades sociales y culturales en cada país estudiado (por ejemplo, Japón es una sociedad ultra competitiva donde hay hasta ahora un cambio por la presión de tener familia y también una cultura donde se alaba trabajar extra, entre otros factores), la forma en que se forman los ritos de cortejo y si son prioritarios han cambiado en gran parte de las sociedades.
Vice preguntaba, por ejemplo, a varios millennials por qué ya no tenían sexo. Muchos hablaban de la superficialidad de las redes, el hecho de hartarse teniendo que hacer “small talk” (conversación previa”) en apps, otros estaban enfocados en sus carreras, así como otros factores.
Por otro lado, ¿en verdad se necesita al otro cuando hay tantas opciones? Y eso incluye desde la pornografía (y cómo ha cambiado la visión del sexo en hombres y mujeres y todos los contenidos que esta ha generado desde el #MeToo e incluso antes) hasta el uso de dispositivos para darse placer (de hecho, un estudio hecho hace 10 años en Estados Unidos mostraba que el uso de vibradores crecía en popularidad). Y claramente, está el hecho de que la vida digital ha cambiado los significados de las relaciones y conexión.
“Ahora todo se trata de conectarse con las personas en un sentido más virtual”, le explica a Metro el experto en Millennials Matt Britton. “Asimismo, la gente está retrasando sus relaciones para una etapa más tardía porque hay más enfoque en emprender o en su carrera que hallar a un compañero”. Britton afirma que por otro lado, las generaciones anteriores se comportaban distinto por claramente, los cambios sociales que aún no se habían dado, como la legalización de la marihuana en algunos países o la aparición de Internet: “Hay un montón de factores que han impactado a las generaciones más jóvenes, las de antes no tenían cómo hacer emprendimientos, por ejemplo. Los Baby Boomers y la Generación X crecieron en una era diferente y su visión del mundo por lo tanto lo es. Las herramientas han cambiado y por lo tanto los comportamientos”, explica.
Hay más factores: muchos millennials ya no tienen casa propia, como sus padres a su edad en generaciones anteriores. De hecho varios viven con sus progenitores debido a un mercado laboral inestable ( más de uno de cinco adultos, el 22% de millennials estadounidenses lo hacían, según un estudio de Zillow de este año) .
Y también está la complejidad de las relaciones en apps, en cuanto a lo que implica hablar con personas, tener relaciones consentidas e incluso ahí hay un cambio comportamental que muchos no asimilan, sobre todo hombres, como lo muestra la popular página Bye Felipe. De hecho, un popular artículo de “Vanity Fair” de 2015, (Tinder and the Dawn of the Dating Apocalypse) ya hablaba de la liquidez de estas relaciones, que claramente no se aplican a una generación entera ni en todos los contextos. Y esto tampoco se aplica en el caso de la educación sexual y embarazos: si bien hay más prevención que antes y decrecimiento en embarazos adolescentes en algunos países, en otros contextos como Latinoamérica, la educación sexual es un tema polémico aún para muchas sociedades y gobiernos y los embarazos van en aumento en varios países, siendo otros los factores que inciden dentro de los Millennials de estos lugares.
Por eso el tema es complejo y achacarle a la tecnología un aire moralista y condenatorio ante estas nuevas dinámicas sería un error, por lo menos para Matt Britton, que no cree que los Millennials no sepan interactuar más allá de una red social: “Si vas a un festival, la gente interactúa. Además sí hay datos que muestran que la tecnología junta a la gente y la lleva a conocer gente y a reunirse. Para mí, decir que la tecnología inmuniza a la gente de tener relaciones personales es un mito. Y tampoco, una tendencia puede hablar por toda una generación”, explica.
Todavía hay un largo camino para ser concluyentes sobre las dinámicas relacionales de las generaciones posteriores a la X. Pero hay algo seguro: todo ha cambiado en cuanto al deseo, el consentimiento y la forma en la que se conectan las personas y sus prioridades.
Fuente: Metro