No hay duda que en la actualidad llevar una vida sexual libre, satisfactoria y responsable es algo que muchas personas quisieran tener, pero en muchas ocasiones el deseo sexual aumenta hasta convertirse en una obsesión y por eso aquí te decimos las señales que indican si tu pareja es adicta al sexo.
Antes de empezar con las señales, recuerda que la Hipersexualidad o adicción al sexo se considera un trastorno obsesivo compulsivo y se caracteriza por “un impulso sexual irrefrenable, pensamientos persistentes y conductas repetitivas que el individuo siente que no puede controlar y que puede provocar varios problemas en la vida cotidiana.
ASÍ QUE PON MUCHA ATENCIÓN A LAS SEÑALES
Excesiva atención a lo sexual
El adicto al sexo siempre está pensando en eso, se puede manifestar con frecuencia al incluir en sus pláticas temas sexuales, que preste especial atención a las ‘sex shops’ o librerías para adultos, o que busque contenido erótico en programas de televisión, sin importar el horario.
Distanciamiento
Los adictos al sexo se vuelven más retraídos y físicamente lejanos, porque ocupan más tiempo en buscar una gratificación sexual.
Cambios de humor repentinos
En cuanto al humor, hay que poner atención si, por ejemplo, luego de la euforia de la relación sexual la persona tiene sentimientos de vergüenza, tristeza o desesperación.
Aumentan sus exigencias sexuales
Los adictos al sexo exigen a sus parejas comportamientos sexuales que a veces ellas no están dispuestas a tener.
Se masturba constantemente
Si notas que tu pareja se masturba con mucha frecuencia a pesar de tener actividad sexual regular, quizá es una señal de que no puede parar.
Invierte mucho tiempo en el sexo
Si notas que tu pareja está consumiendo constantemente contenido sexual y evita actividades académicos y/o laborales, actividades sociales y de ocio, este es una persona adicta al sexo.
Siempre coquetea
De acuerdo al fundador de la organización Sexual Recovery Institute, Robert Weiss, los adictos al sexo siempre están preocupados de tener una conquista, exclusivamente para calmar ese deseo sexual irrefrenable cuando la ocasión lo amerite.