Un reciente estudio de la marca de placer masculino Arcwave acaba de revelar un dato que debería de hacernos reflexionar sobre el modo en el que los hombres experimentan el placer durante las relaciones sexuales. Porque, según esta investigación, el hecho de que las mujeres emitan más sonidos durante la masturbación y el sexo en compañía que ellos no es baladí ya que, al hacerlo, se benefician de sus efectos positivos y facilitadores para alcanzar y disfrutar sus orgasmos.
Es más, según esta encuesta, dos de cada cinco hombres (40%) no hacen ningún ruido cuando se masturban, perdiéndose, de este modo, una parte fundamental de la experiencia.
Si, además, tenemos en cuenta que el 78% de las mujeres confiesa hacer ruido durante la masturbación y el 95% durante el sexo compartido y que sólo el 60% de los hombres gime cuando se masturba y el 85% cuando tiene relaciones sexuales parece más que evidente la existencia de una pequeña 'brecha de género en los gemidos'.
Sorprendentemente, esto ocurre a pesar de que los hombres se masturban más a menudo que las mujeres; porque gracias a este informe mundial realizado en mayo de 2022, se ha podido constatar que los varones se masturban casi el doble que las féminas: una media de 145 veces al año.
Además, este estudio evidenció que gemir puede hacer aún más placentera la masturbación pues, cuando se les preguntó a ellos si gemían durante la masturbación o por qué lo hacían, las respuestas más comunes fueron: "Porque disfruto" (91%); "para que los orgasmos sean más intensos" (74%) y "para sentirme más cerca de mí mismo" (65%).
Más allá de los datos, doy fe de que, en la práctica clínica, se proponen el jadeo y los gemidos, independientemente del género, como una de las técnicas de desbloqueo sexual más efectiva para conectar con las sensaciones ydesinhibirse. De esta manera, se liberan la tensión y el estrés a través de la voz y el suspiro y, al relajarse, se facilita el aumento de excitación y, por supuesto, se potencia el placer.
LAS RAZONES POR LAS QUE LOS HOMBRES APENAS GIMEN
Entonces, ¿a qué se debe que ellos sean más callados entre las sábanas y no den voz a su placer? ¿Será que los hombres no necesitan gemir, que los controlan o sencillamente no les salen los gemidos? Arcwave, con el deseo de incentivar que nadie silencie su placer, también investigó las razones por las que los hombres no gimen durante la masturbación. La respuesta más común: del 55% de los que lo hacen en voz baja fue que lo hacen por miedo a ser escuchados. Casi la mitad de los hombres (40%) dijo que se siente demasiado cohibido, mientras que el 33% lo encuentra embarazoso e incómodo.
Según mi opinión profesional y teniendo en cuenta las diferencias individuales, no tengo duda alguno de que estos datos son el resultado de una educación sexual diferenciada en función género.
Desde el nacimiento, el aprendizaje emocional que se pretende para cada uno de los sexos, tradicionalmente asociado a un determinado género, es muy diferente para hombres y mujeres.
En este proceso de 'educastración', como suelo denominarlo, a ellos no se les ha permitido ni fomentado la expresión emocional, salvo la ira, por no ser apropiada la muestra de determinados sentimientos y emociones con los roles que definirían la masculinidad; siendo esto asignados -que no sentidos- para los considerados hombres.
El orgasmo es un fenómeno que requiere cierto grado de descontrol y, lo por tanto, de vulnerabilidad; expresar esta mediante el gemido les sacaría del rol.
Por el contrario, a ellas no solo se les ha permitido sino potenciado la expresión del gemido, porque ser vulnerable entra dentro de lo permitido socialmente. Además, la sexualidad más tradicional y anticuada, otorgaría el poder y control de las relaciones sexuales al hombre; y nos otras nos desharíamos de placer con su buen hacer y el conocimiento de las artes amatorias.
Además, que las mujeres giman ha sido y es un reclamo para el deleite del hombre al que le atraen, generalmente, heterosexual, bisexual o pansexual. A lo largo de la historia, se ha utilizado para desencadenar una mayor excitación en ellos; de ahí, la exageración que solemos presenciar en el cine para adultos, ya sea en películas románticas, eróticas o pornográficas.
De hecho, aunque pueda sorprender, en consulta me comentan bastantes mujeres que, a veces, dudan de si realmente tienen orgasmos o creen que son muy flojos, porque no dan gritos ni se vuelven 'la niña del exorcista' cuando alcanzan el clímax. Y sí, la mayoría lo tiene, pero uno real, donde se muestra la diversidad de expresión orgásmica, no como en las películas.
Curiosamente, cuando a los hombres se les preguntó qué los animaría a gemir más durante la masturbación, la respuesta más frecuente fue "usar un juguete sexual". ¿Hablamos entonces de vergüenza a ser escuchados? Quizá.
Por supuesto, los gemidos los utilizamos también con la finalidad de vincularnos con la pareja y aumentar el placer mutuo, pero también hay que reconocer que la masturbación es una escuela de experimentación y autonocimiento sexual, de descubrimiento erótico y placer; aunque muchos lo hayan vivido desde la ansiedad y la exigencia de tener que dar la talla sexualmente.
Otro dato interesante recogido en esta investigación fue que el ruido en el dormitorio también hace que la experiencia sea más agradable para ambas partes.
Los hombres hacen ruido durante el sexo principalmente para comunicar que disfrutan de lo que su pareja está haciendo, pero que también aumentaba su propia excitación y la de su pareja.
Aunque el 82% de las mujeres afirma que los gemidos de su pareja las excita más, sólo el 65% de los hombres es consciente de este hecho.
Fuente: El Mundo
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