Noticias RCN informa que la sexualidad ha dejado de ser un tabú para convertirse en un complemento del bienestar del ser humano, hablar abiertamente de esto indica libertad en la mente y en el cuerpo. Pero, ¿qué pasa cuando el cuerpo de una mujer deja de recibir placer?

Este punto tiene una serie de consecuencias que repercuten en la salud física y emocional de una mujer, pese a que en teoría, ellas tienen la capacidad de controlar sus necesidades sexuales.

Los estragos que produce en el cuerpo la falta de actividad sexual en una mujer dependen de la frecuencia con la que recibían placer, la edad y hasta su condición sentimental.

¿Cómo afecta a una mujer el no tener sexo?

La abstinencia de recibir y/o sentir placer podría causar en una mujer defensas bajas, problemas de autoestima, estrés, ansiedad e insomnio. A nivel físico, lo que más destaca es el dolor vaginal a la hora de la penetración.

Dolor vaginal

La falta de actividad sexual se manifiesta en los músculos de la pared vaginal que se atrofian, generando adelgazamiento de las paredes y resequedad, lo que ocasiona dolor, incomodidad o cambios hormonales al momento de una relación sexual.

Problemas psicológicos

La actividad sexual frecuente promueve la producción de endorfinas y oxitocinas, que son neurotransmisores de la felicidad, potenciadores de la salud mental y un buen estado de ánimo. El no sentir placer implica que se disminuyan los niveles de placer y felicidad, para transformarse en estrés y ansiedad.  

Afecta el sistema inmunitario

Los orgasmos no solo liberan oxitocina, sino que también otras hormonas como la adrenalina, las endorfinas, que se convierten en vasodilatadores que permiten una mejor circulación de la sangre y evitan la formación de coágulos. El sexo aumenta la capacidad del cuerpo para producir una anticuerpos protectores de virus, bacterias y otros microorganismos.  

Efectos en el cabello y la piel 

Una actividad sexual regular da un aspecto más luminoso y mejorado de la piel. Además, genera un pelo más fuerte, debido a la liberación de estrógeno, hormona que mejora el cabello, la piel y las uñas.

Insomnio

Al mantener relaciones sexuales el organismo produce grandes cantidades de cortisol, una hormona esteroide que tiene la capacidad de reducir el estrés.  El no tener sexualidad vuelve a las mujeres más irritables, con más estrés, generando episodios de insomnio.

Lo recomendable es mantener una vida sexual activa y plena, que no necesariamente debe depender de una pareja, sino que se puede complementar con el autoplacer que se consigue desde la sana masturación, una práctica que en los últimos años se ha hecho mucho más frecuentes, que evita la promiscuidad y contribuye en conocimiento pleno del cuerpo.