Telva informa que da igual la edad que tengas, cual sea tu género o el tiempo que hayas compartido con la que, hasta ahora, era tu pareja. Cuando te rompen el corazón, duele (y mucho). Recuperarte tras una ruptura no es fácil. Si ya has pasado antes por ello, lo sabes de sobra y no te va a sorprender si te decimos que la superación de este momento va a seguir el mismo patrón de entonces, aunque puede que lo haga en otro orden. Si es la primera vez que te encuentra en una situación tan dolorosa, no te asustes. Tras contactar con Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos, autor de No te aguanto más y Cada cual por su lado, hemos aprendido los mejores consejos para permitir que el duelo por una separación siga su camino sin dejarnos heridas incurables. Y aquí tienes los seis mejores consejos para superar una ruptura.

CONECTA CON TU DOLOR Y APÓYATE

Tienes que conectar con el dolor que te genera una ruptura, con una tristeza natural que se te presenta el terminar una relación que ha sido valiosa. Al mismo tiempo, tienes que poder apoyarte en tus vínculos para poder superar ese momento. Nadie supera una ruptura solo conectándose con la tristeza como tampoco nadie la supera apoyándose en los amigos. La mejor forma de que un barco pueda llegar a la costa cuando tiene el viento en contra y no puede ir directamente, es haciendo un zig zag. Por momentos tendré que virar a la izquierda y por otros a la derecha. Así, haciendo una zig zag, llegaría a la costa sorteando el viento en contra. Esto tiene que ver con la lógica: en algunos momentos tendrás que conectarte con esa tristeza natural y por otros tendrás que apoyarte en tu familia o amigos (por momentos tendrás que conectarte a la tristeza y por momentos a los vínculos). Así, haciendo ese zig zag, podrás superar la ruptura.

TÓMATE UN TIEMPO PARA TÍ

El segundo consejo tiene que ver con el concepto de baldear el corazón, el poder pensar que después de una relación viene muy bien tomarse un tiempo para uno mismo donde poder hacer un balance. Pensar qué cosas aprendiste en esa relación, qué cosas valiosas te dejó ese vínculo y cuáles fueron tus responsabilidades así como en qué cosas te equivocaste (porque quizás te equivocaste en algunas cosas para que la relación se terminara). También debes pensar en qué cosas se equivocó la otra parte para poder completar el balance. Las relaciones pueden terminar, forma parte de las reglas del juego. Lo importante es que te deje algo valioso para tu vida y para la próxima historia que se presente. Por eso, el concepto de baldear el corazón tiene que ver con hacer una pausa y limpiar el corazón. Es lo mismo que harías si organizas una reunión en casa. No harías otra reunión en cuanto se fuesen tus primeros invitados. Primero necesitarás tiempo para ordenar y limpiar antes de organizar la siguiente. Baldear el corazón nos permite limpiar nuestras heridas, revisar nuestras responsabilidades y capitalizar nuestros aprendizajes de la relación que acaba de terminar. Y es un proceso que necesariamente tenemos que hacer solos.

RESPETA LO QUE TUVISTE

A la hora de elaborar un duelo, es interesante respetar la relación que supisteis construir. Construisteis una historia que duró determinada cantidad de tiempo y la mayoría (probablemente) fue positivo, construyendo una historia que disfrutasteis lo que duró.

TRANSITA LAS ETAPAS DEL DUELO

Cuando terminamos una relación, sobre todo si la relación fue valiosa y duradera, obviamente tendremos un dolor natural y tenemos que transitar un duelo natural. El duelo tiene cuatro o cinco etapas y lo importante es transitarlas. Comienza con una etapa de negación, porque no puedes creer que haya terminado. Le sigue otra de enfado y furia. Después llega el tiempo del dolor y la tristeza, aunque puede que la tristeza se presente disfrazada de enfado (y por eso el enfado es una etapa anterior en el periodo de duelo). Por último, llega el momento de la aceptación, cuando terminas de recorrer este camino. El duelo tiene la particularidad de ser un viaje muy diferente a los que pensamos porque no hay estaciones ordenadas. El duelo tiene una lógica muy única. Seguramente arranques en la etapa de negación, pero después quizás saltes a la tristeza, saltes a la bronca, después vuelvas a la tristeza, y así hasta que completes cada etapa. Cada una de ellas tiene su tiempo y su propia lógica. Este va a ser un camino de duelo que te tienes que permitir transitar. No tienes que tratar de no apurar cada una de ellas, que duren lo que tengan que durar.

UNA SEPARACIÓN NO ES UN FRACASO

Debes ir en contra de la idea del fracaso. Muchas veces las personas que terminan una relación sienten que esa relación fracasó. Y a veces hablamos de relaciones que duraron cinco años o diez años y que mayoritariamente fueron positivas. Entonces, es difícil pensar que han sido un fracaso. Que terminen de una forma que no esperaba, no quiere decir que fueran un fracaso. Creo que eso te ayuda a valorizar la experiencia que tuviste con esa pareja y te ayuda a prepararte para la próxima. Pero sobre todo una idea de que una pareja que termina no es necesariamente un fracaso es una idea que ayuda a poder pelear contra un estado de malestar que se presenta cuando terminamos un vínculo.

NO TE HAGAS DAÑO

Cuando terminamos una relación y pasa un tiempo, muy probablemente pueden aparecer ideas en nuestra cabeza que puedan terminar haciéndonos daño, como pensar que nunca vamos a rehacer nuestra vida sentimental. Esta clase de pensamientos tienen la capacidad de dañar nuestro estado de ánimo y hay que ser muy cuidadosos con lo que pensamos respecto a nosotros mismos. Estos pensamientos suelen estar cargados de categorías absolutas como "nunca" o "nadie" del tipo: "nunca voy a rehacer mi vida sentimental" o "nadie más me va a elegir como pareja". La mayoría de veces no son ciertas, son falsas, y es interesante estar atento a qué cosas se nos pasan por la cabeza cuando estamos transitando este duelo.