Cuidate Plus informa que la primera relación sexual o el hecho de perder la virginidad, un término que cada día está más en desuso por parte de distintos profesionales en salud sexual, es un momento en la vida que genera muchas expectativas y preocupaciones entre los adolescentes. En concreto, desde la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (AEPap) definen experiencia sexual como “la relación de uno con otro (u otros), cuando quieren amar y ser amados y/o dar y recibir placer: va desde una mirada, una caricia, un beso, hasta el coito”. Por ello, los pediatras de Atención Primaria recuerdan que el sexo es algo más que la relación sexual con coito, un pensamiento compartido entre la población en general y una de las cuestiones que más preocupan a los adolescentes a la hora de iniciar su actividad sexual.
Según explica a CuídatePlus Marta Fernández Batalla, enfermera de Atención Primaria y representante del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem), los adolescentes cuando tienen que enfrentarse a su primera relación sexual con coito tienen dudas sobre la práctica en sí, el dolor en el caso de las chicas y el uso de métodos anticonceptivos. “Las primeras relaciones sexuales son una experiencia más en la vida de la persona que ha de experimentar y como lleguemos de preparados a esa experiencia hará que el recuerdo y su posterior repetición se proyecten de una forma más o menos negativa”, asegura, y continúa: “Preparar al adolescente en materia de sexualidad y ante su primera relación conlleva un tiempo previo y donde se tratan diversos aspectos”. En su opinión, los adolescentes acceden en la actualidad a una gran cantidad de información que, a menudo, muestra una realidad hipersexualizada que provoca dudas en cuanto a las expectativas que se deben cumplir en esa primera relación sexual. Asimismo, Fernández destaca la exposición y las posibilidades de acceso a contenido sexual que tienen los adolescentes a edades tempranas en internet.
“Lo que el adulto ha de realizar es una guía sobre ese contenido, saber elegir cuál es el idónea para ese adolescente y ayudar a entenderlo y contextualizarlo: Existen algunos proyectos interesantes para apoyar a los padres y educadores en su labor de orientación en la primera relación sexual (y posteriores) como es The Porn Conversation”, aconseja Fernández. En este punto, la enfermera pone de manifiesto que para hablar con un adolescente sobre sexo es preciso abordar no solo la primera relación sexual, sino el uso de los métodos anticonceptivos, el embarazo no deseado, las infecciones de transmisión sexual (ITS), qué es una relación sexual sana y la comunicación de forma respetuosa. “En esa primera relación sexual, los adolescentes han de saber que no han de compararse con sus iguales o con las visualizaciones de contenido erótico que han podido ver. Asimismo, se han de retirar o desmitificar las expectativas que han imaginado, especialmente basadas en ese contenido que han visto virtualmente, pues mucho se aleja de la realidad y puede suponer una cierta frustración”, comenta.
Infecciones de transmisión sexual, un punto clave
Existen infecciones de transmisión sexual (ITS) como la gonorrea o la sífilis que han aumentado en España en la última década, según recopila el informe de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España, elaborado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. En cambio, la representante del Codem advierte que los adolescentes cada vez tienen más información al respecto a lo largo de su educación secundaria, así como cada vez más muchas enfermeras de familia abordan este tema en consulta.
“La ITS más conocida es el VIH, en gran parte influenciado por un discurso histórico de sus adultos, pero que a día de hoy no se percibe con el impacto en la salud como hace años. Ello, como tantas cosas, supone una parte positiva y otra negativa, siendo la negativa que se ha retirado el miedo al contagio y, con ello, la relajación en lugar de mantener medidas de prevención”, sostiene la enfermera. De igual forma, Fernández apunta que ha disminuido la percepción del riesgo a contraer otras ITS como la sífilis o la infección gonocócica (causante de la gonorrea) a pesar de su aumento en adolescentes y jóvenes. “De hecho, a finales del 2019 se publicó en la Revista Española de Salud Pública un descenso del uso del preservativo, lo que ha supuesto un aumento de ITS como la gonorrea”, subraya esta enfermera.
Con respecto a las primeras relaciones sexuales, Fernández insiste en que los jóvenes tienen la información sobre la existencia de las infecciones de trasmisión sexual, pero están más preocupados por disfrutar del momento, “quedar bien con su pareja” y perciben que el riesgo es bajo al no estar con distintas parejas sexuales. “De tal forma que, hay información suficiente y donde tenemos que trabajar más sanitarios junto con centros educativos y familias es en la concienciación; en concienciar de la vulnerabilidad que presentan en cualquier momento y entender que conocer esa vulnerabilidad permite actuar sobre ella para una sexualidad sana”, resalta.
Otra creencia asociada a la posibilidad de contraer una ITS es la falsa creencia de que tener relaciones monógamas es una garantía: “Aunque los adolescentes no tienen relaciones sexuales con múltiples parejas y menos en sus primeras relaciones sexuales, sí cambian de pareja por lo que el riesgo de contagio de ITS sigue presente”, comenta Fernández en la relación a la importancia de utilizar métodos de barrera como el preservativo. “Conocen la forma de evitar estas enfermedades, las conocen en su mayoría, pero su actitud es de inmunidad frente a ellas”, añade.
Embarazos no deseados y métodos anticonceptivos
Según la portavoz del Codem, el aumento de las relaciones coitales en la adolescencia no está suponiendo un aumento de los embarazos no deseados. “Si atendemos a estos hechos puede parecer que los adolescentes conocen y aplican métodos anticonceptivos de forma correcta y segura. No obstante, esta afirmación no es del todo cierta, ya que el uso del preservativo ha descendido en los últimos años y ha habido un aumento del uso de la píldora anticonceptiva en más de un 7% en España”, especifica. En cuanto a la utilización de la píldora anticonceptiva o “del día después” como se le conoce popularmente, Fernández recuerda que es un fármaco con ventajas que solo debe utilizarse de forma puntual en caso de urgencia. “En las primeras relaciones sexuales, en las edades más tempranas el uso de preservativo es mayor y menor el de la píldora, pero ello cambia en especial en las últimas etapas de la adolescencia entre los 18 y 20 años”, aclara.
Por ello, recomienda hablar sobre los métodos anticonceptivos con los adolescentes desde que tienen contacto con contenidos sexuales: “No es cuestión de dar una charla informativa, solo de ir introduciendo estos usos paulatinamente hasta que se reconozca la capacidad para atender y comprender sus usos, comenzando por los más habituales o accesibles”. Al respecto, insiste en la importancia de transmitir el mensaje de que los métodos anticonceptivos deben utilizarse desde la primera relación sexual con penetración.
Consejos sobre salud sexual para adolescentes
Desde la AEPap han elaborado el siguiente decálogo con una serie de recomendaciones dirigidas a los más jóvenes para guiarles en su sexualidad:
La forma de vivir la sexualidad se aprende en la familia, en la escuela, entre los amigos y compañeros.
El adolescente tiene el derecho y el deber de informarse y formarse para vivir de forma plena la dimensión afectivo sexual.
Ante las dudas sobre sexo se debe hablar con familia, amigos y personas del entorno que sean de su confianza.
Es bueno compartir tus sentimientos, pero hay que ser muy cuidadoso a la hora de compartir determinados contenidos en redes sociales.
En materia de sexualidad, el adolescente debe tomar sus decisiones sin ser presionado.
Hay que ser tolerante consigo mismo y con el resto de personas; así como no sentirse culpable de tus deseos.
Los adolescentes deben vivir su sexualidad dentro de los valores que les mejoren como personas: igual entre sexos, sinceridad, respeto y la no violencia.
Pedir ayuda ante un problema o cuando no sepas resolver un conflicto.
“La educación sexual se ha de orientar a una educación universal y accesible en su diversidad tanto para chicas como para chicos en una relación constante, sin segregación. Esta educación se ha de realizar en las familias, en los centros educativos donde pueden hablarse entre iguales con una guía adulta y en los centros de salud donde la enfermera de Familia ayuda al adolescente y a la familia al abordaje del tema”, concluye Fernández.