Quién informa que en medio de la polémica que se desató por el anuncio que hizo sobre su retiro, Yuridia vivió uno de los momentos más felices de su vida, al darle el “Sí, quiero” a Matías Aranda, quien además de ser su manager tienen en común que su historia musical inició en el reality show La Academia.
Este fin de semana la cantante y su ahora esposo reunieron a un grupo muy cercano de familiares y amigos para que fueran testigos de la consumación de su amor, en una boda que se celebró en Tepoztlán, Morelos. A su llegada al lugar, la pareja fue recibida con porras. En el sitio de la recepción los adornos consistieron en flores blancas y rosas.
A sus 33 años Yuridia unió su vida con Matías, un año mayor; se sabe que la ceremonia comenzó a las 18:00 horas en la capilla. Sus apenas 150 invitados no dejaron de demostrar su cariño a la pareja, que posteriormente tomó su lugar en la mesa de honor, del que resaltaba un letrero neón con sus nombres.
Las damas de honor se vistieron de rojo, entre ellas se encontraba la cantante Estrella, también exalumna de La Academia. Otros afortunados que pidieron estar al lado de Yuridia y Aranda fueron Reyli Barba, el conductor de Hoy Mauricio Mancera y Esmeralda Palacios, exesposa de Facundo.
Uno de los momentos más emotivos se dio cuando el novio hizo su entrada triunfal en un pura sangre español, color azabache; Matías, como se aprecia en sus publicaciones en redes sociales es gran fanático de este tipo de caballos y en su día más importante no podía faltar uno para darle el aire de príncipe de cuento de hadas.
El ajuar
Para su día soñado, Yuridia se decidió por un diseño tipo Trumpet, con escote “V”, ceñido a la cintura, con delicado bordado de encaje floral, en transparencia, para dar remate al ruedo. Su melena decidió llevarla suelta, sobre la que colocó su velo de amplía cauda. El maquillaje fue muy natural.
Matías optó por un traje de tres botones skinny fit en azul marino, corbata a juego, camisa blanca y zapatos de cordones con costura prusiana marrón. “Te amo así, loca y real… llena de luz y oscuridad”, fueron las palabras que le dedicó a su pareja durante el transcurso de la fiesta.
Otro de los momentos más especiales fue cuando partieron el pastel, de seis pisos entre bengalas. Tres bellas niñas cercanas a la pareja llevaron canastitas con pétalos que lanzaron antes del paso de la novia para llegar al altar, estaban coronadas por delicadas flores que hacían juego con sus vestidos corte imperio en blanco roto, fajilla en baby rose y ballerinas.
