Un informe elaborado en Inglaterra sugiere que los insectos se enfrentan a su propia "emergencia climática" en medio del aumento del uso de pesticidas y los riesgos a los que se enfrentan por culpa del cambio climático. Según cuenta The Guardian, el estado de los insectos del Reino Unido está más estudiado que en muchos otros lugares. Lo más alarmante es la difícil situación de las mariposas: "El número de mariposas autóctonas del Reino Unido ha disminuido un 77 por ciento desde mediados de la década de los 70, mientras que las comunes han bajado un 46 por ciento".
Dave Goulson, experto en ecología en la Universidad de Sussex, ha elaborado dicho informe basado en investigaciones existentes y décadas de experiencia enseñando e investigando en particular la ecología de los abejorros. El efecto del clima sobre los insectos está ampliamente estudiado, pero parece que se habla menos sobre el papel de la agricultura, algo que ya fue denunciado en 2017 en The Guardian por el activista ambiental George Monbiot, que calificó la situación como "la eliminación de la vida no humana sobre la Tierra por acción de la agricultura".
El agotamiento del suelo lleva a una mayor necesidad de fertilizantes agresivos y productos químicos potencialmente peligrosos, y cuanto más extrema es la agricultura, menos nutrientes, espacio y ecosistemas quedan para las criaturas de todo tipo, e incluso para otras plantas. Otro informe de febrero de este año se hace eco de los números del Dr. Goulson y la gravedad y urgencia de su advertencia. Aquel otro informe vinculaba la muerte masiva de insectos con una inevitable sexta extinción masiva, similar al que acabó con los dinosaurios. ¿Seremos los humanos acaso los fósiles del Esquisto de Burgess que se estudiarán dentro de miles de millones de años, mientras los investigadores del futuro se preguntarán por nuestra extinción?
Los insectos son más vulnerables que otras criaturas. De hecho, según este estudio se extinguen a un ritmo ocho veces mayor, en parte debido a que se han adaptado a los lugares donde viven, con pequeños caparazones que son más vulnerables a los pequeños cambios. Si un canario nos advierte en una mina de carbón, el insecto es el que advierte al canario. Los insectos "no tienen lugar donde esconderse".
Al mismo tiempo, los insectos no morirán de forma uniforme en todos los hábitats. La relación se volverá más compleja o incluso más agresiva e invasiva en algunos lugares. La agricultura ha puesto en peligro a los insectos en muchos lugares, pero los insectos que se vean reforzados por los cambios climáticos podrían devolver el golpe y destruir los cultivos.
Los expertos saben lo suficiente como para opinar sobre el estado general de la situación, pero la investigación sobre los insectos es bastante escasa debido a lo difícil que es estudiarlos. Las moscas de la fruta están muy estudiadas debido a su uso en la investigación genética, pero las moscas de laboratorio no son un análogo para las poblaciones de insectos silvestres de moscas de la fruta, o las otras 899.999 especies conocidas de insectos.
Según los científicos que eligen estudiar a los insectos, los números están disminuyendo, dejando una brecha no solo en la investigación climática, sino también en el estudio de cómo los insectos transmiten enfermedades. A medida que una mayor parte del mundo se calienta en la zona de hábitat de los mosquitos, por ejemplo, la propagación de las enfermedades supone un importante problema. Los científicos más jóvenes parecen estar más interesados en lo micro y lo nano, desde la ingeniería genética hasta los materiales técnicos que imitan la biología. "El Centro para el Control de las Enfermedades (CDC), que tiene alrededor de 12.000 empleados, solo tiene 13 entomólogos médicos en plantilla", según informa Time.
A pesar de todo esto, el informe del Dr. Goulson termina de forma esperanzadora, ya que parece que todavía no es demasiado tarde: "Las poblaciones de insectos pueden recuperarse, y sabemos lo que hay que hacer para salvarlos", según dicen los patrocinadores del estudio. Dar más visibilidad a este tema puede conducir a más investigación y más conservación, especialmente de grupos de mayor visibilidad como las mariposas y los abejorros.
Vía: Popular Mechanics