José Rómulo Sosa Ortiz, mejor conocido como José José, murió este sábado alrededor de las 14:00 horas. De inmediato, los medios de comunicación divulgaron el lamentable acontecimiento, las redes sociales se inundaron de imágenes que ratificaban la triste noticia y los artistas de habla hispana más importantes del mundo comenzaron a externar su sentir.
Sólo faltaba un lugar, un sitio que obligatoriamente clamaba la presencia de aquellos que convivieron con él desde niño y también de esos que lo conocieron a través de su música. José nació y creció en la colonia Clavería, en la Alcaldía Azcapotzalco, al norte de la Ciudad de México; ahí pasó sus años pueriles y conoció a su primer amor; fue ahí donde inició en la música llevando serenatas y ahí, en el parque de La China, fue erigida una estatua en su honor.
Y así ocurrió. Luego de que se informó de la muerte, decenas de vecinos comenzaron a llegar al pie de la figura de bronce para rendir homenaje al intérprete de “Amar y querer”. Poco a poco, ese pequeño charco de personas se convirtió en un océano, y cada vez se hacía más difícil caminar entre el tumulto.
Por parte de la Alcaldía fueron instaladas altavoces que hicieron sonar los grandes éxitos del cantante. Mismos que corearon cada vez más asistentes. “Yo que fui tormenta, yo que fui tornado…”, entonaron las decenas de gargantas desafinadas, víctimas de la emoción y de la conmoción. Y algunas lágrimas rodaron en las mejillas de aquellos que visiblemente estaban consternados.
Dos grandes coronas de flores blancas fueron colocadas en la base del monumento, cortesía de Vidal Llerenas, Alcalde de Azcapotzalco, que arribó minutos más tarde.
“Todos lamentamos la pérdida de ese gran cantante que fue nuestro querido José José. Mañana va a continuar el homenaje y vamos a ver la posibilidad de bautizar una calle con su nombre. Que viva José José”, comentó el gobernante.
Fuente: Sinembargo