Seguro que echas de menos los buenos momentos de Los Simpson. Hoy, en su milésima temporada, los creadores se ven obligados a tratar una y otra vez los mismos conflictos y situaciones, y lo cierto es que lo hacen cada vez de forma menos sutil. Es comprensible. Con 30 años de emisión a sus espaldas, es difícil que una serie mantenga la frescura y la originalidad, así que tendremos que conformarnos con recordar sus mejores episodios.
Hemos repasado muchos de ellos en las últimas semanas, de 'Homer-fobia' a la muerte de Maude Flanders, pero si hay un capítulo que sigue fascinando a cualquier seriéfilo que se precie, ese es sin duda el del proyecto de ciencias de Lisa. Sabíamos que la pequeña era un genio, pero, ¿tanto como para alumbrar una nueva civilización? Es realmente una de las obras maestras de 'Los Simpson'.
Te acuerdas de ello, ¿verdad? Se trata de uno de los extractos de 'La casa-árbol del terror VII', uno de esos episodios que la serie dedica a Halloween; este en concreto se emitió en la temporada 8 (fue su primer capítulo), a finales de octubre de 1996. Comparte protagonismo con Hugo, el gemelo malvado de Bart, y con Ciudadano Kang, cuando los alienígenas se hacen pasar por candidatos a las elecciones presidenciales.
Pero sin duda la minientrega más entrañable y recordada es La bandeja del Génesis, en el que a Lisa Simpson se le ocurre la excelente idea de disolver un diente que se le acaba de caer en un recipiente con Coca Cola. Tras emitirle sin querer una descarga eléctrica (Bart la molesta con un globo que ha frotado y electrificado), se genera una imprevisible reacción en cadena. A la mañana siguiente, Lisa descubre sorprendida el resultado: ha creado un ecosistema con vida.
El resto ya lo sabes. En la bandeja del Génesis se instala una civilización microscópica que en solo unas horas es capaz de avanzar milenios de tiempo (según nuestro concepto del tiempo, claro) y convertirse en una sociedad mucho más tecnologizada que la nuestra. Pero hay un enemigo al que no pueden combatir. Cuando Bart se entera de lo que ha alumbrado el proyecto de Lisa, se encarga de destruir su creación; los habitantes de la bandeja intentan vencerlo con sus propias aeronaves de ataque, pero no sirven para nada.
Su última opción es, por lo tanto, crear un rayo con la capacidad de encoger a Lisa y convertirla en su líder, con la esperanza de que ella puede salvarlos. Pero, si no son capaces de devolverla a su tamaño original, ¿cómo va a plantarle cara a su hermano? Así que allí se queda Lisa, en la bandeja del Génesis, convertida en **una Khaleesi aburrida y un tanto déspota. **
Visto 30 años después, La bandeja del Génesis conserva, por un lado, los ingredientes que nos permiten disfrutar de la nostalgia, y por otro, apuntes de genio creativo por los que no pasa el tiempo. La realidad es algo que nos seguimos cuestionando, como demuestran los últimos experimentos científicos, que coincides además con el 20º aniversario de 'Matrix', esa película que nos hizo pensar sobre todo lo que nos rodea.
¿Es real todo lo que conocemos o somos el resultado de la bandeja del Génesis de alguien más? En este episodio encontramos además guiños a otra series actuales, lo que confirma el ojo visionario de Los Simpson. El proyecto de ciencias de Lisa es una trama ideal para Black Mirror, que nos invita siempre a reflexionar sobre nuestra realidad, e incluso nos recuerda a Juego de Tronos. Lisa tiene la ambición y el genio apropiados para convertirse en la Daenerys Targaryen de su propia civilización.
Fuente: GQ