Tras siete temporadas de traiciones, batallas, sexo y mucha sangre, Juego de Tronos encara su recta final. Quedan seis episodios para descubrir quién se sentará en el Trono de Hierro, para que la serie más aclamada de la década se despida con un enfrentamiento entre los habitantes de los Siete Reinos y los Caminantes Blancos que promete ser todo un acontecimiento televisivo, según han asegurado los productores.
Pero más allá de toda la fantasía que caracteriza a Poniente —y que se ha ido precipitando durante las últimas entregas, algo bastante criticado por muchos seguidores—, el mundo creado por George R. R. Martin y traslado a la televisión por la cadena HBO esconde una serie de paralelismos y referencias históricas innegables. He aquí una lista antes de dar el pistoletazo de salida a la batalla final.
1. La Guerra de las Dos Rosas
Es una de las analogías históricas más identificables. En el siglo XV, entre 1455 y 1487, Inglaterra quedó divida por una guerra civil entre dos Casas, los York y los Lancaster. Ambas familias, descendientes de los Plantagenet, reclamaban la Corona como descendientes del rey Eduardo III. Además de la evidente relación de homonimia entre dos de las Casas principales de Juego de Tronos, Lannister y Stark, muchos personajes de la ficción presentan ciertos paralelismos con los reales.
El caso más nítido es el de Cersei y Margarita de Anjou. La esposa de Enrique VI, un rey con problemas mentales, fue la encargada de dirigir, en la práctica y de forma despiadada, a la facción de los Lancaster durante la Guerra de las Dos Rosas. El hijo de ambos, Eduardo de Lancaster, remite también a otro Lannister, Joffrey, por varios motivos. El joven inglés era también una persona cruel, violenta y obsesionada con la guerra. Como el breve rey de los Siete Reinos, murió muy joven, a los 17 años, aunque no envenenado, sino en la batalla de Tewkesbury.
2. El Muro de Adriano
Una gigantesca muralla de hielo de más 700 pies de altura y defendida por la Guardia de la Noche separa los Siete Reinos de las tierras salvajes del norte y de los Caminantes Blancos. Una fortificación defensiva similar, pero de mucho menor tamaño, la ordenó construir el emperador romano Adriano en el año 122 en Britania, una de las esquinas del Imperio, para proteger sus conquistas de los ataques de las tribus locales.
El propio Geroge R. R. Martin, autor de la saga de Canción de hielo y fuego, reveló en una ocasión la conexión entre ambas construcciones: "El muro es anterior a cualquier otra cosa. La inspiración se remonta a 1981. Estaba visitando a un amigo y cuando nos aproximábamos a la frontera entre Inglaterra y Escocia nos detuvimos a contemplar el Muro de Adriano. Me paré allí y traté de imaginar cómo era ser un legionario romano, vigilando desde el muro y mirando las colinas distantes".
3. La Cena Negra y la masacre de Glencoe
Una de las secuencias más sobrecogedoras y sangrientas de Juego de Tronos se registró con la Boda Roja. Robb Stark, su mujer embarazada, Talisa, y Catelyn Stark, entre muchos otros miembros de la Casa norteña, fueron traicionados y brutalmente masacrados por los Frey y los Bolton. Rompiendo la regla de la hospitalidad de no hacer daño al huésped con el que compartes pan y vino, la masacre, producida en la tercera temporada, tiene dos antecedentes en la Escocia medieval.
El primero es la Cena Negra, en 1440: William, el joven conde de la familia Douglas y su hermano pequeño fueron decapitados en el castillo de Edimburgo. El rey niño Jacobo II les había invitado a una cena real pero ambos fueron víctimas de una conspiración orquestada por unos nobles locales. El segundo suceso ocurrió dos siglos más tarde, en 1692, y es conocido como la masacre de Glencoe. Las tropas de Guillermo III aceptaron la hospitalidad del clan McDonald y a primera hora de la mañana asesinaron a 38 de sus huéspedes entre hombres, mujeres y niños.
4. Más Escocia: Robert the Bruce
En su libro titulado The History Behind Game of Thrones: The North Remembers, el escritor David C. Weinczok también ha hallado ciertas similitudes entre Robert Baratheon, el rey de Poniente en la primera temporada de la serie, y Robert the Bruce, monarca de Escocia. "Ambos llegan al trono por las armas, el derramamiento de sangre y el sufrimiento. Ambos son empujados por la revancha, con Baratheon peleando para vengar a su esposa Lyanna y a Bruce para ajustar cuentas con los asesinos de su mujer e hija pequeña", señaló Weinczok hace unos días a The National.
Además, ambos monarcas salieron victoriosos de duelos clave que permitieron consolidar sus figuras: Robert contra Rhaegar Targaryen en la batalla del Tridente y Bruce partiendo la cabeza de uno de sus grandes enemigos, Henry de Bohun, en la batalla de Bannockburn en 1314.
Weinczok señala, además, que el estandarte utilizado por Stannis Baratheon, formado por un corazón en llamas con un ciervo en su interior, tiene un precedente en esta época: "James Douglas, la mano derecha de Robert the Bruce y el encargado de llevar su órgano a Tierra Santa, adoptó para el distintivo de su familia el corazón de color rojo sangre. Así que la bandera de Stannis no es tan extraña como parece".
5. El pueblo mongol
Qué sería de Daenerys sin el apoyo de los Dothraki, ese pueblo de guerreros nómadas organizados en tribus, unos jinetes excelentes y arrolladores que se desplazan en grandes hordas. Características similares han presentado a lo largo de la historia los mongoles, un pueblo que se extendió durante siglos por Asia Central. También vivían en pequeños clanes, estaban gobernados por un jefe llamado khan y destacaron por su manejo del caballo. De hecho, bajo el liderazgo de Genghis Khan llegaron a expandir sus dominios desde China hasta Rusia. Otra posible analogía de los Dothraki son los hunos de Atila.
6. Otras hipótesis históricas
Juego de Tronos ha generado tanta expectación mediática que los fans no solo hipotetizan sobre quién se acabará sentando en el Trono de Hierro. A nivel histórico, a prácticamente cada personaje se le ha encontrado una inspiración real. Por ejemplo: Brienne de Tarth y Juana de Arco —según algunas fuentes, La Pucelle tenía espada y armadura propias y vestía ropa de hombre—o Jon Snow y Guillermo el Conquistador, también conocido como Guillermo el Bastardo, que se convirtió en rey de Inglaterra.
Más versiones han querido comparar a los caballeros templarios, que protegían a los peregrinos a Tierra Santa, con la Guardia de la Noche; a los habitantes de las Islas del Hierro con los vikingos; o la carrera de Gendry para alcanzar el Muro y reclamar la ayuda de Daenerys y sus dragones a la distancia recorrida por el griego Filipides entre Maratón y Atenas para anunciar la victoria contra los persas.
Fuente: El Español