Lo decimos con honestidad: amamos el helado. Desde los sabores sencillos que nos recuerdan nuestra infancia (el clásico helado de fresa con trozos de fruta fresca, por ejemplo), hasta las combinaciones cremosas que mezclan frutos y semillas con algo de alcohol.
Por ese amor profundo que profesamos por esta delicia les hemos compartido nuestra selección de las mejores paleterías y heladerías de la ciudad de México, y recetas para que aprendan a hacer helado de chocolate sin lácteos, el decadente helado de tocino y miel de maple, y hasta helado de yogurt con frambuesa y chocolate con brownie.
Y aunque estamos enamorados de los sabores tradicionales, confesamos que de vez en cuando nos encanta que nuestros paladares se confundan con sabores inesperados.
La última noticia que tiene al mundo de cabeza es el helado de mayonesa, específicamente de Mayonesa Hellman’s. La responsable de hacer semejante locura fue una pequeña heladería de Falkirk, Escocia.
En México
En nuestro, el municipio de Dolores Hidalgo, en Guanajuato, es reconocido por albergar las mejores nieves del estado.
En los Helados Josué –un puesto ubicado en una esquina de la plaza principal- puedes probar nieves de camarón con pulpo, jaiba con almeja y ceviche, y helados de mole negro y chicharrón.
¡Auténtica confusión en tus papilas gustativas!
Además, heladerías en la ciudad de México también ofrecen sabores que nunca imaginaríamos en un helado.
Uno de los sabores insignia de Joe’s Gelato, una heladería en la colonia Juárez- es el de aceite de oliva ¡y es una completa maravilla! Aquí se atreven a hacer helados hasta de tahini, una salsa muy común en Medio Oriente que lleva ajo, limón, perejil, sal y pasta de sésamo.
Otra heladería atrevida es La Especial de París. A pesar de tener casi 100 años de existencia, aquí encuentras un sabor nada común: ¡de tabaco!
Helados extraños en otros países
Venezuela también tiene lo suyo. La Heladería Coromoto, en Mérida, tiene récord Guinness por ser la heladería con el catálogo de sabores más amplio del mundo: 863 diferentes.
Aunque todos los días los rotan (de otra manera se echarían a perder), si tienes suerte podrás probar los helados de espagueti con queso, Doritos, cebolla, ají picante, pollo, de jamón con queso y carne de hamburguesa.
El norte de Europa tiene un sabor indescriptible y prácticamente intolerable para los paladares ajenos: el salmiakki, una golosina de color negro hecha de regaliz y cloruro amónico; es extremadamente salado, un sabor al que no estamos acostumbrados en esta parte del mundo.
Sin embargo, las cosas cambian al transformar el salmiakki en ¡helado! Es una delicia comerlo en cono, en vaso o en paleta combinada con chocolate blanco.
Estados Unidos no podía quedarse atrás en los sabores exóticos. El local Max & Mina’s, en Queens, Nueva York, tiene el famoso helado de pizza –hecho de jitomates, ajo y queso mozzarella- y el helado de salmón ahumado con queso crema.
Si más bien se te antoja un helado de langosta tendrás que ir a Ben & Bill’s Chocolate Emporium en Bar Harbor, Maine. ¿Por qué pedir un simple helado de chocolate si puedes tener un manjar de mar en cono?
En Francia, la heladería Philippe Faur se hizo famosa después de hacer –dicen- un helado magistral de caviar, mostaza y trufa negra. La novedad ahora es el helado de foie gras.
Para los japoneses, consumir helados de productos del mar es el pan de cada día. Helado de pulpo, de tinta de pulpo, de pescados… Lo que se te ocurra, lo tienen.
Y en Corea del Sur inventaron una congelada solución para curar la resaca: helado “curacrudas” hecho con uva y una pequeña cantidad de jugo de árbol de las pasas, el cual, desde tiempos ancestrales, ha sido utilizado para aliviar los malestares relacionados con la ingesta de alcohol.
¿Has probado alguno de estos sabores o algún otro igual o más extraño? Compártelo en los comentarios con nosotros.
Fuente: Animal Gourmet