Debate informa que Natalia Lafourcade ha deleitado a sus millones de fans con el lanzamiento de "Cien años", uno de los canciones más icónicas y emblemáticas de la música mexicana, tema compuesto por Rubén Fuentes y Alberto Cervantes, el cual grabó Pedro Infante en 1953. La cantante mexicana hizo su propia versión a dueto con Pepe Aguilar, siendo el primer sencillo de su nuevo álbum "Un canto por México vol. 2".
Sobre esta nueva producción discográfica la cantante originaria de la Ciudad de México, manifestó que estaba comenzando un nuevo capítulo, pues aquellas canciones que en fila se quedaron esperando su momento, "pronto serán liberadas para emprender su viaje y refugiarse en el corazón de la gente".
La cantautora Natalia Lafourcade contó que la primera vez que escuché "Cien años", sintió que el mundo se detuvo. Escuchó la voz de Pedro Infante tras un profundo suspiro, "ese acorde de guitarra inconfundible que suena desde el primer instante, pensé en el amor y cómo toda gira en torno a él, nos hace morir y nacer, le da sentido a la vida".
Ese sentimiento, esa voz, esa letra, esos violines, ese mariachi, esos paisajes, esa magia, ese México y el gran Pedro Infante.
Natalia de 37 años de edad, se preguntó si algún día podría cantar esa canción e interpretarla con tanto sentimiento. Pensó que una de las batallas personales más difíciles de sobrellevar, es justo la de un amor no correspondido, "y esta canción me dio cobijo como una manta de alivio en momentos donde mi corazón se sentía perdido y sin hogar".
Asimismo agradeció al cantante mexicano Pepe Aguilar "por tu soporte, tu cariño, tu talento y el legado tan importante que vas dejando en esta tierra, tu presencia en 'Un canto por México' será histórica".
Espero que la disfruten, pues para mi cantar a lado de Pepe Aguilar tremendo clásico y trabajar con artistas espectaculares es todo un deleite, un sueño y una enseñanza.
Con respecto al audiovisual que hicieron para "Cien años", cuenta la historia de un gigante que vive enamorado de la luna y un pajarito que vive enamorado del gigante, una cadena de amor no correspondido. Mientras el gigante busca y sueña con que la luna algún día lo mire y lo quiera de vuelta, el pequeño pajarito sigue los pasos del gigante, anhelando algún día ser visto y poder vivir juntos un amor pleno y lleno de encuentros bajo la luz de la luna.