En la primera quincena de febrero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un alza quincenal de 0.12 por ciento; con ello, la tasa de inflación anual fue de 3.52 por ciento, la más alta desde la segunda quincena de julio de 2019, de acuerdo con las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El alza quincenal de los precios se debió a incrementos en las cotizaciones del tomate verde; huevo; vivienda propia; servicios en loncherías, fondas, torterías y taquerías, plátanos y otras frutas, frijol, restaurantes, universidad, camisas y playeras para hombre.
No obstante, la inflación se vio contrarrestada por disminuciones en los precios del jitomate, gasolina Magna, cebolla, gas doméstico LP, gasolina Premium, chile poblano, calabacita, computadoras, ejotes y naranja.
Al interior del INPC, el índice de precios subyacente (que excluye precios de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos) presentó un incremento de 0.22 por ciento quincenal y de 3.69 por ciento anual; por su parte, el índice de precios no subyacente retrocedió 0.16 por ciento quincenal y aumentó 3.03 por ciento anual.